Tamara Gorro ha regresado a España después de dos años en Rusia, donde ha estado acompañando a su marido, el futbolista Ezequiel Garay, en sus compromisos profesionales. En este periodo de tiempo se ha convertido en la mujer más feliz del mundo porque ha cumplido su sueño de ser madre de una niña a la que han llamado Shaila.
Acaba de conceder una entrevista a la revista Lecturas para contar su experiencia y todo lo que ha ido aprendiendo a lo largo de los años. Está más que contenta por comenzar una nueva vida en su país acompañada de su familia, y el lugar donde vivirá es Valencia debido al fichaje de su última hora de su marido en el club de fútbol de dicha ciudad. Con ilusión, la presentadora, que de hecho ha participado en la televisión rusa mientras ha vivido fuera, no tuvo una vida fácil antes de darse a conocer en ' Mujeres y Hombres y Viceversa '. Estar sola con la niña en un país como Rusia no fue nada fácil, sobre todo por las bajas temperaturas, pero ahora podrá disfrutar del mar Mediterráneo.
La sencillez tanto a ella como a su marido es una de las cosas que más les caracteriza. Rechaza la categoría de 'WAG', nombre con el que conoce a las mujeres de futbolistas, porque ella se considera ante todo mujer de Ezequiel: "No soy la mujer de un futbolista, soy la mujer de Ezequiel Garay. Lo dejé todo por amor y lo volvería a hacer".
Se conocieron de una manera fortuita, y es que ella estaba de colaboradora en el programa 'Sálvame' cuando él quiso contactar con Tamara Gorro. Al principio se informó de quién era, busco fotos suyas en Internet, pero no le atrajo lo más mínimo. Poco a poco comenzaron a hablar y al final ella visitó su casa, surgiendo irremediablemente el amor y fue todo un flechazo. Ella misma ha dicho que el que había visto en Internet parecía un quinceañero horroroso pero "el que la abrió, sin embargo, era guapísimo".
Una vida sencilla
Lleva una vida normal, como la ha llevado siempre, y ha trabajado muy duro para cumplir sus sueños y alcanzar sus metas, desde en una panadería hasta en una peluquería que regentaba en Leganés antes de darse a conocer. La meta más importante de todas ellas fue convertirse en madre. Después de más de cuatro años de intentos fallidos para quedarse embarazada, de 18 fecundaciones sin éxito, recurrió a la gestación subrogada, y a día de hoy han formado una bonita familia. Con la mujer que gestó a su hija habla a diario por Whatsapp, algo asombroso, pero también digno de admirar.
Tan normal en su vida que no le gusta presumir ni gastarse dinero en restaurantes caros, y ha llegado a contar esto: "Tengo bolsos de marca falsos, uno que se está destiñendo. Nunca me verás con uno original. Nos mudamos a otra zona porque es más segura, no por estatus, y mi coche lo he heredado de mi marido". Pero está muy agradecida también al trabajo de su marido porque gracias a él ha podido formarse para tener un oficio en la televisión.
Cuando no podía ser madre lo pasó realmente mal, pero otro de los momentos negativos que ha marcado su vida y que al final quedó en un susto fue cuando su madre, hace poco tiempo, sufrió un ataque de epilepsia en pleno vuelo desde San Petersburgo a España: "Gracias a dos pasajeros que eran médicos, mi madre volvió a nacer. Aterrizamos de emergencia y estuvo en el hospital dos días".
Ahora solo queda que su vida sea plena en Valencia, y seguro que nadie lo pone en duda teniendo en cuenta que no para quieta y que adora a los suyos, sobre todo a su marido y a su niña.