Lleva un tiempo sumida en una profunda depresión de la que le está costando salir a pesar de contar con ayuda experta. La ruptura de su matrimonio con Ezequiel Garay casi le hace tocar fondo y se vio obligada a poner tierra de por medio para ver desde fuera y con distancia todo lo que se le venía encima.
Para conseguir encontrarse mejor, decidió hacer un viaje lejos de España, en concreto a Estados Unidos, alejándose de todo y tomándose unos días para intentar estar mejor. Ahora ha concedido una entrevista a la revista Semana y ha sido en esta publicación donde ha contado algunos asuntos que no se conocían sobre cómo está. En cuanto al viaje, ha dicho: "Me vino bien. Algunos días han sido complicados pero salir, bailar, me ha venido muy bien. Pero todavía no estoy recuperada... Esto es muy lento, no estoy recuperada, pero estoy con ganas. Siempre las tuve, lo que pasa que a veces aunque quieras no se puede... Hay dos niños, he vuelto al trabajo, he vuelto a la peluquería, he vuelto a no tener miedo, he vuelto a la vida y, como dije, la echaba mucho de menos".
En estos momentos su entorno está siendo muy importante para su recuperación, y así lo ha hecho saber: "Todos. Mi madre, mis hijos, mis amigos, mi familia virtual, mi gente... Nadie me ha soltado de la mano". Sobre cómo está con Ezequiel Garay, ha añadido: "Bien, nunca han estado mal. Creo que debemos seguir manteniéndonos unidos por los niños. A no ser que haya algo grave, los niños son lo más importante. Y si hacemos cosas para ser felices, ¿no las vamos a hacer por los hijos? Y yo estoy levantándome por mis hijos porque, por mí, probablemente no tendría fuerza. También tengo dos abuelos muy mayores, tienes gente que te quiere y te tienes a ti misma".
Poco a poco ha ido estando mejor, por eso ha dicho: "Me he levantado y ahora me queda caminar y ya está. Si es que no soy la única, ya que hay millones de personas así. Por suerte continúo y estoy saliendo, pero hay otros que por desgracia no continúan". Del mismo modo, no ha dudado en decir lo que piensa sobre esas terceras personas que han hablado de su vida privada sin realmente saber lo que pasa: "Cuando vienen personas a subirse a un carro, ahí ya tienes que cortar. Quiero lanzar un mensaje: cuando hay alguien que está mal, hay que aplaudirlo, hay que alegrarse por ver a esa persona disfrutar, porque hay momentos muy jodidos, muy complicados, muy malos y eso nadie lo sabe".
La puerta abierta
Y por suerte no le faltan personas que hacen que se sienta mejor: "Mis amigas me dan amor, mis hijos, mi marido me da amor. Me da rabia cuando decís el ex, ¿por qué ex?". Una de las preguntas clave de esta entrevista ha sido si está abierta a un reconciliación con Ezequiel Garay, a lo que ha contestado: "Yo llevo el anillo, él lleva el anillo, no sabemos qué pasará. Yo no voy a entrar nunca más a contar en qué momento estoy, ni cómo estamos, ni lo que se ve y nos ocultamos. Estos son espacios de la vida y el tiempo dirá. Que no siempre hay que acabar mal".