Tamara Gorro ha anunciado que su matrimonio con Ezequiel Garay ha llegado a su fin pese a que ambos habían intentado salvar su relación. La colaboradora televisiva lo ha hecho saber a través de un comunicado que empezaba así: " Ezequiel y yo definitivamente hemos tomado la decisión de continuar nuestros caminos por separado. Quiero destacar el amor profundo que siento por la persona que me hizo feliz durante todos estos años y el respeto que tendré de por vida al padre de mis hijos ".
En estos momentos ha pedido respeto y ha hecho saber que prefiere no hablar de ello, añadiendo: "Por mi propia salud, no quiero hablar sobre este tema, ya que no me hace bien, es algo MUY DOLOROSO. Os pido ayuda, solamente comprensión y respeto. Gracias". Esta decisión ha sorprendido, y más después de que se dieran una segunda oportunidad, aunque no han conseguido el resultado que esperaban. Fue en enero de 2022 cuando hizo saber a través de sus redes sociales que se habían dado un tiempo, y dejó claro que no se trataba de una ruptura definitiva. "Con fe y esperanza de continuar juntos", dijo en su momento.
Ahora, tras doce años de amor y diez de matrimonio, han decidido separar sus vidas, aunque seguirán teniendo una buena relación por el bien de los dos hijos que tienen en común, Antonio y Shaila. Fue en junio de 2022 cuando confirmaban su reconciliación y durante el verano protagonizaron románticas imágenes, enseñando al mundo que todo aparentemente había vuelto a la normalidad.
Sin duda alguna la colaboradora está viviendo el año 2022 con sabor agridulce, porque pese a que ha tenido muchas alegrías, también se ha enfrentado a momentos complicados. Además de su ruptura inicial y ahora esta definitiva, se ha enfrentado a la muerte de Valeria, su princesa, una niña de 9 años a la que consideraba como su sobrina y de la que ha escrito un cuento para recaudar dinero para su fundación.
Sus problemas de salud y una alegría
En cuanto a su salud, también tuvo que someterse en abril a la extirpación de la vesícula. Asimismo, sigue lidiando con su depresión, que para ella es una continua montaña rusa. La parte buena de este último año es que ha conseguido sentirse realizada convirtiéndose en colaboradora de 'Y ahora Sonsoles', el programa de Antena 3.