Tamara Falcó ha decidido hacer las maletas y alejarse un poco del foco mediático después del escándalo que ha protagonizado con Íñigo Onieva, con el que en apenas días anunció su compromiso para después romper por la filtración de un vídeo en el que el empresario le era infiel. Y aunque ante los medios se haya mostrado tranquila y serena, eso no quita que tenga sus momentos en los que lo pase realmente mal.
Tamara Falcó, muy romántica con Íñigo OnievaEste viaje lo ha hecho para convertirse en 'speaker' en el XIV Congreso Mundial de las Familias 2022, el cual está previsto que comience el 30 de septiembre y termine el 2 de octubre en la Expo Santa Fe, celebrada en México. Este encuentro lo tenía planeado desde hace meses, por lo que ha demostrado que nada ni nadie podrá truncar sus planes, por muy mal que esté en estos momentos.
Y es que rápidamente demostró que seguirá cumpliendo con sus compromisos profesionales a pesar del duro golpe que ha supuesto en su vida tal infidelidad. El vuelo de 11 horas será un momento de desconexión, pero también de reflexión, ya que según se ha podido saber, viaja sola a este encuentro de familias.
Con este congreso también demuestra el gran valor que tiene en sus vidas la religión, es más, ha dejado algún que otro mensaje vinculado a su fe en estos momentos dolorosos para ella. Dios se ha convertido en su refugió, y por eso decía: " Estoy contenta porque confío en Dios, si esto ha pasado será por algo y esto solamente puede ir para bien". Y es que tanto la religión como sus amigos y su familia son apoyo principal para ella en estos momentos complicados.
Dios, muy presente en su vida
Desde hace más de una década, la hija de Isabel Preysler ha encontrado en Dios, guiada por la fe de su abuela. Nunca ha escondido su devoción, y menos en esta nueva etapa de su vida en la que ha demostrado ser una persona fuerte y optimista, sin venir abajo ante las cámaras y mostrándose agradecida por haberlo descubierto cuando aún podía dar marcha atrás. La Marquesa dijo que al menos lo ha sabido antes de pasar por el altar o incluso de haber formado una familia.
