Fuentes cercanas a Falcó comentaron al medio LOC que "no se siente bien con su cuerpo actual porque ella siempre ha estado más delgada", motivo además que "tener una madre como la suya y una hermana como Ana [Boyer], con unas medidas tan controladas, no ayuda demasiado", aseguraron. Motivo de esta desaparición temporal también habría sido el miedo a volver a ocupar todos los titulares por haber engordado como ya le pasó en 2016, momento en el que por un problema de las tiroides engordó hasta 20 kilos: "Me afectó bastante al principio", reconoció en su día.
Para tomar cartas en el asunto, la socialité ha decidido pasar unos días durante el mes de agosto en la prestigiosa clínica-resort Buchinger-Wilhelmi para someterse a uno de sus tratamientos para perder peso. Según ha podido saber el mencionado medio, es posible que lo haga en compañía de su madre, Isabel Preysler, y la pareja de esta, Mario Vargas Llosa, quien lleva pasando allí sus veranos desde 1986.
Una clínica-resort con todo lujo de servicios
Los diferentes servicios que se ofrecen en la Buchinger oscilan entre los 2.582 euros hasta los 33.900, todo dependiendo tanto del tiempo como de los servicios contratados como, por ejemplo, la habitación que puede ser tanto una de 16 metros cuadrados como una suite presidencial de 84 con una terraza de otros 24 metros cuadrados. Tal y como se puede leer en la página oficial de la mencionada clínica, los clientes se someten a "un programa integrativo y multidisciplinar" que "no está orientado únicamente a conseguir el bienestar físico, sino que está destinado al ser humano en su totalidad, es decir, en todo lo que le afecta a su estado físico, psíquico y espiritual".