La Marquesa de Griñón ha conseguido brillar con luz propia en una celebración muy especial a la que ha acudido acompañada de su chico.
La boda de Felipe Cortina con Amelia Millán ha reunido en Retuerta de Bullaque, ubicado en la provincia de Ciudad Real, a muchos rostros conocidos entre los que se encuentran Marta Ortega y Carlos Torretta, el hijo de José María Aznar y Ana Botella, Alonso Aznar, o Nicolás Vallejo-Nájera. Pero sin duda alguna, una de las parejas que más ha llamado la atención en este enlace ha sido la formada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva asistiendo a una de las bodas más importantes de la temporada en la iglesia de San Bartolomé Apóstol que después se celebró en la finca Vallegarcía, propiedad de la familia del novio.
Lo cierto es que la pareja tuvo que enfrentarse a numerosos rumores sobre una supuesta infidelidad por parte del diseñador, pero han conseguido demostrar que su relación está muy fortalecida y que todas las habladurías no harán que se desestabilice. Esta no es la primera boda a la que acuden juntos y presumen de su amor, derrochando felicidad rodeados de amigos y en otras ocasiones también de familia. Está aparición se produce poco después de que la Marquesa de Griñón regresara de unas románticas vacaciones en Ibiza junto a Íñigo Onieva con quien lleva cerca de 10 meses de relación. Para esta ocasión eligió un vestido floreado en colores morado, naranja, beige y verde, fresquito de cara al verano y con diversos volantes que hacían que la parte inferior tuviese bastante caída. Debido a las altas temperaturas de estas fechas no se separó de su abanico y posó con una sonrisa de oreja a oreja.
Desde que comenzó su relación no han parado de hacer planes juntos y será en septiembre de 2021 cuando podrán celebrar su primer aniversario. Sin duda alguna Tamara Falcó se convirtió en una de las invitadas más elegantes de la celebración, quien poso ante las cámaras sin ningún problema. Muchos motivos para sonreír
Está claro que se encuentra en un momento espectacular tanto en su vida personal como en su vida profesional. La hija de Isabel Preysler tiene muchos motivos para sonreír no solo por su relación con Íñigo Onieva, sino porque en el terreno laboral le va de maravilla ya que sigue colaborando en 'El Hormiguero' y ha culminado el curso de cocina en el que ha obtenido el título certificado de la prestigiosa escuela Le Cordon Blue.