La Marquesa de Griñón ha hablado de cómo su peso se ha puesto en el punto de mira de cara a su boda.
Tamara Falcó está feliz porque por fin tiene su vestido de novia en marcha, y así habló de cómo había sido su experiencia al ir a Nueva York para citarse con el diseñador de Carolina Herrera: "Ha sido la prueba más maravillosa. Los vestidos, los bordados, el equipo... Todo era maravilloso. Me he sentido superesuchada".
Tras esta polémica con el vestido solucionada, ha surgido una nueva, que tiene que ver con el supuesto tratamiento exprés al que podría someterse para adelgazar muchos kilos en muy poco tiempo. Ella lo ha negado con rotundidad, y ha sido en 'El Hormiguero' donde ha hablado de ello. "¿Se han metido contigo por tu peso?", le ha preguntado sin rodeos Pablo Motos. "Están todo el día diciéndome que si voy a perder diez kilos antes de mi boda y yo siempre respondo: 'Piérdalos usted'", ha respondido de manera rotunda. Tras esto, ha insistido en que está dentro de su peso aceptable teniendo en cuenta varias variables, como su altura, que es mujer o su edad. "Pero, ¿yo por qué? Estoy en mi normopeso. Puedo estar más delgada o menos delgada, pero, ¿por qué? Si el traje me lo están haciendo a medida, ¿por qué yo tengo que perder diez kilos porque a ti te apetece? ¡Pues no!", ha seguido diciendo.
Cristina Pardo ha aprovechado para reflexionar sobre lo que le está pasando a su compañera, diciendo: "Me parece lamentable los términos en los que se han referido al peso de Tamara. Al final, eso que empieza como una frivolidad, puede terminar en algo más dependiendo en el momento de tu vida en el que estés. Puede provocar una anorexia porque todo el mundo te está diciendo que eres gordo. Creo que con ese tipo de asuntos deberíamos ser más cuidadosos al igual que nos estamos mentalizando con la salud mental". Y la socialité ha reflexionado así: "Además, nadie le ha pregunta a Íñigo si él va a perder diez kilos". Por otro lado, Juan del Val ha seguido diciendo: "En estos temas siempre se va a por vosotros. En general, de los hombres esto no se dice. Me parece muy mal lo tuyo y lo de Iñigo". Si bien es cierto, la Marquesa de Griñón ha dado a entender que como se encuentra en un momento muy especial le importa poco lo que digan.
¿Una boda gafada?
Otra de las cuestiones que ha tratado ha sido la de que su boda podría estar gafada por todo lo que le está ocurriendo antes de llegar al altar. "Hablamos de la mala suerte y una cadena me mandó dos santeros. Me olía a incienso todo y era por eso. Eché agua bendita por todas partes, llamé a los sacerdotes...", ha dicho. Y su hermana Ana Boyer también se pronunció respecto a esta mala suerte en su última entrevista, diciendo que esperaba que la boda se produjera: "Por supuestísimo que sí. No digas eso que se me para el corazón".