La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha sido el objeto de todas las miradas después de la celebración de festejos durante tres días seguidos. La pareja celebró una preboda en el Ritz con amistades y algunos miembros de la familia que para Onieva terminó bastante tarde. Después, el gran día tuvo lugar en El Rincón, donde todo estuvo medido al dedillo para que no se filtrara nada de los novios.
Al poco ya pudimos ver la exclusiva del recién estrenado matrimonio en la revista Hola donde el vestido de Tamara Falcó fue objeto de opiniones de todos los tipos, así como el chaqué en color azul de Onieva. Las celebraciones no quedaron aquí pues después de la gran boda en la finca de su fallecido padre llegó un último festejo en el hotel Ritz de Madrid al que acudieron varios de los invitados de la boda de nuevo.
No cabe duda de que se ha tratado de una de las bodas del año, sobre todo por lo que ha costado que se celebre tras la infidelidad, la ruptura y la posterior reconciliación, así como todos los problemas con el vestido de novia que ha tenido Tamara Falcó. Pues bien, después de todo esto ha llegado el momento más esperado para los novios: la luna de miel. La pareja ha sido cazada entrando en la zona VIP del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas cargando con cuatro maletas y una bolsa de viaje.
La casi coincidencia
Lo cierto es que el recién estrenado matrimonio entraba en el aeropuerto visiblemente sonrientes y con estilismos cómodos pues se ha rumoreado que el viaje será largo porque el destino podría ser Australia, pero lo más cómico de la situación ha sido que han estado a punto de encontrarse en la puerta de la entrada VIP con la expareja de Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa.
El escritor salía por esa puerta para montarse en un coche en el momento en el que Tamara e Íñigo entraban en el aeropuerto para arrancar su luna de miel. No cabe duda de que hubiera sido un encuentro de lo más particular en el que seguro tenían cosas que hablar, pues Mario Vargas Llosa ha estado ingresado en el hospital por covid coincidiendo casi con la boda de la que fue su hijastra.