Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido cambiar la fecha de su boda del 17 de junio de 2023 al 8 de julio con el fin de que algunas personas muy importantes puedan star presentes en su gran día. Una de las personas que podría haberse ausentado es Isabelle Junot, una de las mejores amigas de la socialité, puesto que está previsto que en esas fechas dé a luz a su primer bebé.
Por otro lado, también ha hablado de cómo será su gran día, puesto que se había dicho que El Rincón, la finca que comparte con su hermano Manuel, estaba a la venta y que por lo tanto no iba a ser la localización de su boda, pero no es verdad y seguirá siendo ahí, un lugar además que asocia indudablemente a su padre Carlos Falcó, fallecido en marzo de 2020.
En cuanto a su vestido de novia, unos días atrás aseguró que aún no había elegido quién lo diseñaría, aunque iba a contar con el apoyo fundamental de su amigo Juan Avellaneda. " Estoy valorando diferentes propuestas ", dijo, y confirmaba que el diseñador no se iba a encargar del vestido, sino que tan solo iba a ser su consejero. "Como diseñadora y amante de la moda, es un proceso que me apetece mucho vivir, así que estoy deseando empezar con ello", dijo a la revista ¡Hola!.
La misma revista ha sido la encargada de informar que Sophie et Violà, marca española con sede en Bilbao, será la encargada de diseñar el vestido de Tamara Falcó. Saioa Gitia, directora general de la marca, ha dicho que está encantada: " Además es un referente en la moda. Es un lujo que nos haya escogido para hacer el vestido que será el más importante de toda su vida", ha dicho sobre esta decisión.
Un vestido que ilusiona a la firma
De momento, no se sabe nada sobre el diseño que elegirá, es más, dijo que nunca había tenido en mente un diseño como tal desde que era pequeña, sino que esperará a ver nuevas ideas para ver qué es lo que más encaja con sus gustos. El diseño será exclusivo y serán muchas personas las que trabajarán en este vestido para que esté a la altura de sus expectativas.