La Marquesa de Griñón y el diseñador continúan con los planes previos a su ruptura más que escandalosa.
Ya es un hecho que la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva sigue en pie tal y como planearon antes a su escandalosa ruptura. "Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio. Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde", ha confirmado a la revista ¡Hola!.
Desde el principio era la fecha elegida para su enlace, sin embargo, las dudas estaban presentes porque todo podía precipitarse demasiado, aunque parece que no les ha importado lo más mínimo y que pese a todo, seguirán adelante con la fecha que marcaron en su calendario antes de conocerse que él le había sido infiel. Después de que hayan decidido apostar por su amor, dejando los rencores a un lago, deberán ponerse manos a la obra para tener todo preparado para su gran día. Tras pasar tres meses de dolor, ahora no paran de hacer planes juntos y ha sido en uno de ellos donde Onieva le volvió a pedir matrimonio. Por eso, al volver con ella, se llevó el anillo de pedida a Finlandia durante su romántico viaje al Polo Norte, y como las cosas para él no habían cambiado, sintió que ese era el momento oportuno para constatar que seguían teniendo planes de futuro conjuntos.
Mientras, este segundo anillo es diferente al primero. Cuando Íñigo se planteó pedirle matrimonio a Tamara Falcó por primera vez, quería que la pedida coincidiera con la fecha de su segundo aniversario que era el 12 de septiembre de 2022. Así que como en la joyería no podía tener una buena versión del anillo, le entregó otro a la espera del real y original por el que él ya había pagado, tratándose de un 'préstamo' de la firma para que cumpliera con su ilusión. El nuevo anillo es mucho más especial y ahora la Marquesa de Griñón puede llevarlo en una de sus manos. Sin vestido de novia y con poco tiempo
En cuanto a los detalles de la boda, se sabe que la fiesta será en El Rincón, la casa de Tamara Falcó que heredó de su padre, donde se han casado muchos familiares suyos y donde vivió Carlos Falcó hasta el final de su vida junto a su mujer, Esther Doña. Poco más se sabe del gran día, si bien es cierto de momento no tiene vestido encargado y tendrá que ponerse manos a la obra cuanto antes para que no se le escape ningún detalle.