El punto de inflexión en esta segunda oportunidad en su relación llegó con los últimos minutos del 2022 y los primeros del 2023: "Me decía: 'Tamara, me vas a volver loco... ¡Que son los cuartos!' y yo lloraba. Fue bastante bonito. Íñigo tenía invitados en casa, había venido su hermana y un amigo, pero tras las doce campanadas, cogió su moto y se vino a casa de mi madre", y fue entonces cuando tuvieron la conversación en la que decidirían volver a retomar su relación. A Tamara Falcó le bastó, al igual que para romper, un nanosegundo en el metaverso para volver a los brazos de su prometido.
Sí, prometido, porque efectivamente la Marquesa vuelve por todo lo alto con Íñigo Onieva retomando incluso sus planes de boda donde los habían dejado. "Yo tengo esperanza y estoy enamorada. Allá que voy, allá que voy... Me veo pasando por el altar en 2023 y he estado pensando que solo tengo seis meses para el vestido de novia", reconociendo así que todo sigue según lo previsto y la ceremonia tendrá lugar el próximo 17 de junio como se había anunciado ya cuando presumió de anillo de compromiso en las redes sociales poco antes de que saltase todo los aires y Onieva se convirtiera en un 'burning man'.
"Mami me dijo: 'Te lo puede volver a hacer, ¿sabes?'"
Una decisión que su madre, Isabel Preysler, parece no ver con buenos ojos y no le recomendó tomar. "Mami me dijo: 'Te lo puede volver a hacer, ¿sabes?' Pero, claro, ella habla por sus experiencias. Yo también le pregunté: '¿Tú a tío Julio le diste una oportunidad?' Tajantemente me dijo que no". Pero para ella las situaciones no son las mismas: "Yo tenía el referente de mi madre, que en los 70', sin haber estudiado una carrera, con tres hijos, su situación era mucho más complicada que la mía. Ella se vio ante la tesitura de vivir un matrimonio bajo el engaño, donde le era infiel su marido y para ella fue un 'no' rotundo".
Pero el perdón es parte fundamental de la férrea fe católica de Tamara Falcó y por él ha pasado también su relación con Íñigo Onieva: "La confianza en la otra persona y la honestidad son los cimientos de todo. Pero no hay vida sin cruces, y si hago examen de conciencia veo que todo lo he hecho desde la verdad... Para mí es la única forma de amar posible". Algo que también la diferencia de su madre, que ponía fin a su relación con Mario Vargas Llosa al mismo tiempo que su hija descubría que le habían sido infiel: "Claro que me da pena la ruptura de Mario con mami... Él siempre ha sido muy amable y cariñoso con nosotras, pero la decisión es de mi madre y de él. A ella, la veo en Paz y serena", confiesa.