Tamara Falcó, la mujer de las eternas vacaciones y el eterno descanso -la Marquesa de Griñón y su marido Íñigo Onieva se fueron de vacaciones tras su luna de miel- acaba de presentar su nueva colección primavera/verano 2024 para Pedro del Hierro, marca con la que colabora desde hace años. Esta vez lo hacía desde Casa Salesas, el nuevo restaurante de Onieva en Madrid y quien le ha querido acompañar en momentos como su entrevista para la revista Vanity Fair.
Este 8 de julio se cumple un año desde que se dieron el 'sí, quiero' después de una sonada ruptura de 'seis nanosegundos en el metatarso' por una infidelidad del empresario y una reconciliación a escondidas que desembocó en un abrir y cerrar de ojos en jurarse amor eterno en una boda por todo lo alto -no exenta de polémicas tampoco-. Ahora, pasada la tormenta, la Marquesa de Griñón solo puede hablar maravillas de su nuevo yo como mujer casada: "El matrimonio está resultado un viaje precioso".
Al contrario de lo que le dice la gente, la hija de Isabel Preysler solo ha tenido felicidad desde que Íñigo Onieva se convirtió en su marido: "Hay gente que me dice que los dos primeros años son los más complicados, pero el primero ha sido fantástico así que no estoy para nada de acuerdo". Quizá con todo lo vivido antes ya pagó penitencia suficiente. Y todo, según ella, gracias a que su unión cuenta con el visto bueno de Dios: " Lo mejor e que tengo el sacramento detrás bendiciendo la relación. Para mí eso es clave porque realmente noto que Jesús está ejerciendo su fuerza ".
"Hay muchas cosas que mejoraría del matrimonio"
Es esta bendición la que también consigue que todas las piedras en el camino de su matrimonio no supongan un grave problema ni un arrepentimiento: " Todas las discusiones o conflictos que puedes tener, teniendo fe ", y, sobre todo, durmiendo bien: "Yo cuando me duermo y estoy cansada todo me resulta un mundo y todo me crispa. Cuando duermo, ya se me pasa todo", reconoce.
Por ello, siendo realista, Tamara Falcó tampoco quiere mentir y decir que todo sea perfecto en su vida de casada ni que Íñigo Onieva se haya convertido en el mejor hombre y el mejor marido sobre la faz de la Tierra, aunque no esté lejos de serlo: "Tampoco es un marido de 10, se puede mejorar. Le daría un 9,5", pero nada ha podido todavía bajarla de la nube del enamoramiento del primer año de casados: " Hay muchas cosas que mejoraría del matrimonio, aunque aún estoy un poco en la fase 'luna de miel'. Íñigo es bastante ordenado, saca a los perros...".
Tamara Falcó enfrenta también este primer aniversario rodeada de nuevo de rumores de embarazo, algo de lo que se habló incluso antes de pasar por el altar. Algo que, lejos de preocuparle o disgustarle, ya le da igual: " Yo tengo cero presión ". De nuevo sabe que si Dios quiere que su familia crezca, lo hará: " Tengo muchísima fe y si tiene que ser, será y sino, pues hay muchas formas de ser feliz. Si viene bien, y sino, también", asegura.