La defensa de Sancho había presentado un informe detallado de los movimientos que llevó a cabo, pero parece que servirá de poco.
Cada vez falta menos para conocer la sentencia del Tribunal tailandés en el caso de Daniel Sancho, ya que será el 29 de agosto de 2024 cuando por fin se conocerá la resolución. De momento no sabe si se enfrentará a cadena perpetua o no. Mientras tanto sus abogados, Carmen Balfagón, Ramón Chipirrás y Marcos García Montes, han entregado el informe final, defendiendo que fue un homicidio involuntario sin premeditación.
Lo cierto es que nadie se esperaba que a estas alturas el caso fuera a dar un nuevo giro, ya que la Fiscalía de Koh Samui se ha negado a presentar sus conclusiones: "La ley solo tiene en cuenta las pruebas presentadas durante el juicio. El informe no tiene ningún impacto en la consideración del tribunal", ha dicho el fiscal Jeerawat Sawatdichai.Y es que a juzgar por estas palabras, el informe que han presentado sus abogados no servirá de mucho. En este informe de más de 30 páginas, su defensa analiza las compras que Daniel Sancho hizo en un supermercado de la isla de Koh Phangan el 1 de agosto, un día antes de la muerte de Edwin Arrieta. En ese momento compró una sierra de madera y bolsas de basura, alegando que de haber sido para matar y descuartizar al cirujano habría adquirido objetos de mayor calidad.
Por otro lado, en el informe insisten en que Sancho dejó su pasaporte como depósito en un establecimiento de alquiler de motos para hacerse con una de ellas antes del asesinato, por lo que si hubiese querido huir del país, no lo hubiese hecho. "Si el señor Daniel hubiera planeado algo, (en alusión a matar a Edwin Arrieta), nunca habría dejado su pasaporte en depósito", se detalla en el informe. Además, sostienen que si hubiera querido ocultar sus intenciones también habría ocultado su rostro de alguna forma para no dejarse ver ante las cámaras de seguridad, pero sí puede ser identificado. Y creen que también hubiese comprado el kayak con el que trasladó los restos mortales. No hay nada claro aún
Asimismo, de las 45 muestras recogidas, solo tres tienen perfiles genéticos mezclados de la víctima, Edwin Arrieta, y Daniel Sancho. En concreto, una es una gota de sangre en la sábana de la cama del bungalow y otra está en la parte exterior de un guante. La tercera muestra estaba en un cuchillo, pero no se sabe si dicha arma fue usada en el lugar del crimen, algo que la Fiscalía no ha podido determinar.