Desde que se conociera la infidelidad de Íñigo Onieva a Tamara Falcó, él optaba por desaparecer de la faz de la Tierra y refugiarse en su familia, mientras que ella elegía la vía de la mediatización hablando de cómo había sucedido todo y hasta de cómo el que era su novio le estuvo mintiendo hasta que se descubrió que era verdad. En cambio, varias semanas después las tornas parecen haber cambiado.
El empresario reaparecía públicamente en compañía de su familia para hacer un comunicado ante la prensa en el que pedía respeto por los suyos y también reconocer que, pese a todo, lo estaba pasando muy mal: " Aprovecho para pedir de nuevo perdón a Tamara. Lo haré las veces que haga falta. Es algo que me tiene totalmente destrozado y de lo cual me arrepiento, haberle hecho daño y haberle fallado. Si ya es duro de por sí haberla perdido, toda esta repercusión mediática que está teniendo lo complica mucho más, por lo tanto, no tengo nada que celebrar, no he ido a ninguna fiesta ni tengo ganas de nada", dejaba claro.
Un 'mea culpa' pública que en cambio parece no haber sido suficiente para Tamara Falcó, que tiene más que claro que Onieva no será el hombre de sus sueños y las posibilidad de pasar por el altar con él son cero. Totalmente desaparecida públicamente tras su polémica aparición en un congreso ultracatólico en Mexíco -aunque luego di explicaciones y pidió disculpas-, este jueves ya no se ha presentado en 'El Hormiguero', programa en el que colabora y apareció en varias ocasiones tras la ruptura, y tampoco se ha dejado ver de forma pública.
Tamara Falcó borra la huella digital de su relación con Onieva
En cambio, desde allí en donde esté refugiada la Marquesa, esta ha dado un sutil paso público para demostrar que Onieva no solo es pasado, sino que ha desaparecido del álbum público de Falcó para siempre. Y es que la hija de Isabel Preysler ha optado también por borrar todas las fotos junto al que era su novio de su perfil de Instagram en donde en varias ocasiones presumió de pareja y del gran amor que se profesaban.
Si bien cuando se descubrió al infidelidad esta optó por borrar la fotografía con la que habían anunciado su compromiso apenas unas horas antes, el resto de fotografías de sus años de relación seguían ahí, manteniendo una pequeña ventaba abierta en el mundo digital donde la ignorancia hacía que la también chef viviese este amor como el definitivo de su vida.