El próximo 8 de diciembre, Ana Boyer y Fernando Verdasco, se darán el 'sí, quiero' en la que será una de las grandes bodas del año. La ceremonia tendrá lugar en las Islas Bahamas y solo asistirán 50 invitados, entre amigos y familiares de los novios. Pero además de la boda, hace unos días también se confirmaba otro importante acontecimiento para la pareja: su mudanza a casa de Isabel Preysler en el madrileño barrio de Chamartín.
Sin embargo, lejos de lo que puede pensar la gente, la pareja ha realizado la mudanza de la forma más sorprendente y austera posible. La pareja ha decidido no contratar a una gran empresa para realizar el traslado y encargarse ellos mismos de cambiar sus pertenencias de domicilio. A pesar de la dimensión de la tarea, solo contaron con la ayuda de un par de personas del servicio de la casa de Isabel Preysler y una pequeña furgoneta de reparto.
Boyer y Verdasco han realizado varios viajes con dicha furgoneta para trasladar cojines, edredones, piezas de menaje y decoración floral que hasta el momento utilizaban para decorar su ático. La pareja evitaba a toda costa ser captados por los fotógrafos mientras realizaban la mudanza, e intentaban taparse con algunos muebles que descargaban ellos mismo.
Aún así, la pareja sigue proclamando su amor a los cuatro vientos siempre que pueden. El 15 de noviembre, Boyer utilizó su cuenta de Instagram para felicitar a su futuro marido por su cumpleaños con una bonita imagen de ambos muy sonrientes mientras disfrutaban de una romántica cena.
Próxima mudanza
La nueva residencia servirá a la futura novia para estar más de cerca de la organizadora de la boda, su hermana Tamara Falcó, en las semanas previas al enlace. Sin embargo, una vez que se conviertan en marido y mujer, iniciarán una nueva vida en Doha, ciudad a la que el tenista se mudó el año pasado después de recibir una oferta para ejercer como imagen de una escuela de tenis.