"Este lugar tiene magia", dijo la cantante. "Me reafirmo en mi amor por Marruecos. Todo esto me encanta. ¿Os imagináis lo súper erótico que es una jaima de estas en medio del desierto para una pareja?". Una indirecta muy directa para su marido, Miguel Ángel Herrera, con el que seguro que tenía muchas ganas de un rato en esa jaima.
Se puso las botas
"Mala idea que nos hayan traído tanta comida antes del concierto", decía Soraya Arnales, en el fondo encantada con todas las atenciones y comodidades que la organización les brindó a ella y a su equipo. En el cátering no faltaron el cordero, el cous-cous, pollo y todo tipo de manjares, sin olvidar los pastelitos árabes.
Soraya se encuentra tan a gusto que tiene el convencimiento de que en una vida anterior ella nació en este país. "Creo que en otra vida yo debí ser marroquí", confesó. Antes de actuar, tuvo ocasión de relajarse y con un mono de Alma Modas salió a actuar en uno de los escenarios naturales más espectaculares de Marrakech.