Las inspecciones y las visitas de la Policía eran frecuentes y la celebrity ha dicho basta. Según cuenta Informalia, el "acoso administrativo del Ayuntamiento de Madrid" -como ella misma ha calificado la situación que ha vivido este tiempo- ha podido con ella y, tras llegarle una buena oferta, ha decidido dejar de ser empresaria.
En concreto han sido unos empresarios venezolanos los que se fijaron en su local y le hicieron una oferta que ella no dudó en aceptar. Un traspaso que ya se ha hecho efectivo y tras el que ella ha vuelto a respirar tranquila puesto que estaba en una situación límite.
¿Triunfará vendiendo pisos?
Ahora, tras unos días de vacaciones en Marbella, Sonia Moldes está preparada para empezar una nueva etapa en su vida. Eso sí, tiene claro que ya no quiere ser empresaria y que prefiere ser una asalariada, por lo que empezará a buscar trabajo en el sector inmobiliario.