Felipe Juan Froilán de Marichalar ocupa el cuarto lugar en la línea de sucesión al trono de España, si bien no pertenece a la Familia Real y ni tiene ni tendrá responsabilidades oficiales. Así, se labra su propio camino, eligiendo para ello en 2017 el CIS, The College for International Studies, en Madrid, donde apostó por Administración y Dirección de Empresas.
Desde entonces han pasado muchas cosas en su vida, algunas buenas y otras no tan buenas, pero el hijo de la Infanta Elena intenta seguir centrado en sus estudios de cara a comenzar una carrera profesional en el mundo empresarial. Se desconoce qué rumbo quiere tomar el sobrino del Rey, que dio sus primeros pasos profesionales con unas prácticas en Reino Unido que truncó la pandemia.
Mientras llega el momento de terminar sus estudios y dar el salto al mundo laboral, Felipe de Marichalar tiene que seguir estudiando. Así, se dejó ver llegando a la sede madrileña The College for International Studies el lunes 13 de septiembre de 2021 para esta vuelta al cole que ha resultado muy solitaria.
Si el año anterior acudió con Victoria Federica, dos años menor pero también estudiante del CIS, y en septiembre de 2019 hizo lo propio con su entonces novia Mar Torres, con la que también comparte centro de estudios, en 2021 llegó solo. Lo hizo con mascarilla, con pocas ganas de encontrarse con la prensa y luciendo sudadera gris ancha, vaqueros, deportivas y la gorra que suele llevar cuando quiere pasar desapercibido, aunque lamentablemente para él, no siempre lo consigue. No quiso decir nada ante las preguntas de la prensa congregada y de hecho se le notó bastante incómodo y molesto al ver esta sorpresa que quizás no esperaba. De todos modos, tan solo fueron unos segundos y no tardó en entrar en el edificio.
Multado en Marbella
Froilán dice así adiós a un verano que ha sido bastante discreto para lo que suele ser habitual en él. Después de aquellas vacaciones en las que se conocían todos sus movimientos, Felipe de Marichalar optó por mantener un perfil lo más bajo posible. Si viaja a Mallorca o a Sotogrande, apenas nadie se entera, aunque donde no logra pasar desapercibido es en Marbella, localidad que ha convertido en su centro de operaciones durante el verano. Fue precisamente allí donde se rompió su ansiada discreción al saberse que había sido multado por aparcar en un paso de peatones. Casualmente, su hermana, Victoria Federica, se llevó otra multa 20 minutos más tarde por haber estacionado su vehículo en una parada de taxis de la ciudad malagueña.