Han pasado tan solo unos días desde que se cumplió el primer año de la muerte de Carlos Falcó, que murió el 20 de marzo de 2020 a causa del coronavirus, y su viuda, Esther Doña, continúa lidiando con su pérdida de la mejor manera posible, aunque de una manera bastante solitaria tal y como se ha podido apreciar en sus últimas salidas de casa.
La viuda del marqués de Griñón ha disfrutado de un fin de semana de paseos junto a su mascota, un perrito que se ha convertido en su mejor compañía después de que se tuviera que enfrentar a su dura pérdida. Además no hay que olvidar que en el año 2020 no solo ha lidiado con la muerte de su marido, sino que a causa del mismo virus se despidió de su padre antes de lo esperado.
Es evidente que la vida de Esther Doña ha dado un cambio radical desde la muerte de Carlos Falcó, además dejó su casa en El Rincón para mudarse a su piso de soltera en Majadahonda, alejada de los lujos con los que vivía en la casa que compartía con su marido. Parece que continúa enfrentándose a su día a día de una manera tranquila, sin hacer grandes planes.
Pese a la pena que siente por la muerte de su marido, no ha dejado que la inunde del todo y por eso continúa intentándose abrir nuevos caminos en lo que se refiere al ámbito profesional. Poco después de enviudar se convirtió en colaboradora de La 1 de la crónica social, y ese ha sido uno de sus últimos proyectos.
Unos planes truncados
Pocos días antes de que tuviera lugar el aniversario de la muerte de su marido quiso compartir cómo se encontraba a través de unas palabras concedidas a la revista ¡Hola!, diciendo: "Sigue siendo una pesadilla, un mal sueño para mí. Daría cualquier cosa para que todo fuera como antes, cuando Carlos estaba a mi lado...", y también reveló los posibles planes que hubiera hecho con el Marqués de Griñón: " Carlos me propuso tener hijos, pero hubiera sido muy egoísta por mi parte. Un hijo mío no se hubiera merecido disfrutar de su padre tan poco tiempo".