Silvia Jato pasó a la historia de la televisión por sus cinco años al frente del programa 'Pasapalabra'. Ahora, tras volver de nuevo a los platós como sustituta de María Casado en 'Las mañanas de la 1', la presentadora se confiesa y habla para El Mundo sobre su vida profesional, eso sí, de sus relaciones sentimentales prefiere mantenerse en silencio.
A pesar de lo que dicen las malas lengua, Silvia Jato no se siente una enchufada como muchos la han calificado: "Ser sustituta es muy complicado. Tú no das a luz al proyecto, sino que te estás adaptando a un formato establecido", se defiende la presentadora. Además también ha confesado que es lo mejor de trabajar en Madrid en verano: "Lo mejor de trabajar en agosto es que la ciudad se queda vacía. No hay que hacer cola ni tienes que reservar en ningún sitio".
La presentadora también ha confesado que para ella la edad es un gran problema a la hora de recibir llamadas de trabajo, sin embargo, haber presentado 'Pasapalabra' durante tantos años, no. "Decir adiós fue triste y lloramos todos. Ahora no lo veo, así que no tengo opinión sobre cómo lo hace Christian Gálvez", reconoce la gallega.
Una orgullosa madre divorciada
Durante la entrevista, Jato también habló sobre cómo se sobrepuso tras su seperación después de catorce años de matrimonio y lo duro que es compatibilizar el trabajo con ser madre separada: "La situación profesional cambia cuando una se convierte en madre. Sobre todo, cuando pasas a ser madre divorciada. A veces es muy complicado compaginar ".