El divorcio de Kim Kardashian y Kanye West -que, por cierto, todavía no ha sido confirmado de manera oficial- podría convertirse en el más caro de la historia. Si bien la pareja era rica, pero no tanto, cuando se casaron, en apenas 7 años de matrimonio han conseguido engordar sus cuentas bancarias hasta amasar una fortuna conjunta de 3.000 millones de dólares. Un hecho que, según han informado medios estadounidenses, ya está puesto en manos de sus abogados para formalizar un acuerdo de divorcio con todos sus bienes repartidos.
Pero muchos se sorprendieron cuando, días más tarde de conocerse esta noticia, se descubrió que la mansión que la pareja tiene en Los Ángeles y en la que actualmente reside la empresaria con sus cuatro hijos estaba en plenas reformas. Al parecer, varios operarios trabajan en el terreno para lo que parece una ampliación del enorme jardín trasero de la casa.
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Este será, sin duda, el bien que seguramente más batallen Kim Kardashian y Kanye West a la hora de acordar el divorcio. A pesar de que el rapero hace tiempo ya que vive en un rancho que tienen en Wyoming, lo cierto es ambos han invertido mucho dinero en esta conseguir la casa de sus sueños. Comprada en 2013, un año antes de casarse, por 20 millones de dólares, la pareja invirtió 16 más en convertirla en un auténtico "santuario", como ellos mismos la definieron en una entrevista para AD, conseguido gracias al diseño de interiores que corrió a cargo del artista Axel Vervoordt.
La batalla legal por quedarse con la casa
Gracias a todas las reformas hechas en ella, esta mansión tiene ahora un valor de 60 millones, tres veces más del valor por el que la compraron. Pero esta propiedad atañe un problema más: tal y como ha hecho saber Page Six, ambos habrían puesto dinero en esta casa, pero por dos vías muy diferenciadas. La empresaria sería la propietaria de todo el terreno, mientras que el rapero lo sería de la propia casa en sí. Tal y como explicaron varios expertos para el medio Curbed, esto sería lo que se conoce como un fideicomisio, un acuerdo legal en el que un fideicomitente (en este caso Kim) le permite a un fideicomisario (Kanye) tener la propiedad para realizar una obra como es la construcción de la casa. Esto es algo muy común que suelen hacer las celebridades a la hora de comprar una casa porque de esta forma el público no tendrá forma de conocer donde viven al no encontrarse de manera pública a quien pertenece la propiedad.
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Por eso, dadas las circunstancias, alguna de las dos partes debería de ceder su propiedad a la hora para convertir todo en una misma. Algo por lo que está dispuesta a batallar Kim Kardashian para seguir viviendo allí con sus cuatro hijos. Aunque, para conseguir esto, la empresaria podría verse beneficiada gracias a la Ley del estado de California. Esta recoge que "cada cónyuge o pareja de hecho es dueño de la mitad de los bienes comunitarios" así como "responsable de la mitad de las deudas" del otro. De esta forma, si la inversión en la mansión realizada por Kanye West se hizo ya una vez convertidos en marido y mujer, puede que Kim Kardashian se pueda ver beneficiada al ser también medio propietaria del inmueble. Aunque al rapero aún le queda un baza que utilizar: no considerarse residente del estado de California. Como es bien sabido, el también diseñador lleva ya casi un año viviendo en un rancho de Wyoming, lo que podría no obligarle a adoptar las leyes de California.