14 años después de su divorcio, Moakler cree que es momento de cerrar este capítulo de su vida, y que mejor que hacerlo dando una nueva vida al que sería el bien material más preciado de su matrimonio, el anillo. "Creo que es una pieza preciosa y que fue el anillo de mis sueños", le confesó la modelo a Us Weekly: "Pero como todo, ese capítulo de mi vida ha terminado y, aunque fue un sueño para mi llevarlo en un momento en el que fui muy feliz, espero que encuentre una nueva casa y siga trayendo tanta felicidad a otros como me la trajo a mí".
Además, añade: "Es un anillo icónico". Y eso, sabe que le da mucho valor y así espera que le se compensando en esta subasta. La puja empieza en 51 mil dólares, un precio bastante por debajo de lo que costó en su día, cuyo valor fue de 160 mil -según ella asegura-. Por ello, espera que el precio final se acerque bastante a su valor teniendo en cuenta la historia que ahora lleva emparejada: "Espero venderlo por 120 mil", asegura animada.
"Espero venderlo pro 120 mil"
La modelo, asegura, el 'timing' fue totalmente casual y nada tiene que ver la boda con su decisión de la subasta: "Estoy segura de que la gente pensará que es por la boda, pero realmente quería encontrar la casa de pujas adecuada para hacerlo", y no fue hasta ahora que la encontró. Moakler, que tiene dos hijos con Barker (Landon y Alabama), asegura que no desea otra cosa más que "felicidad" para el nuevo matrimonio y se siente muy agradecida que de sus hijos hayan formado parte del gran enlace que tuvo lugar en Italia.