Uno de los síntomas de que todo va viento en popa en una relación son las decisiones de gran importancia, como tener un hijo o comprar una casa. A este segundo caso se han apuntado Gerard Piqué y Shakira, que no tienen suficiente con una casa.
Todos los lujos, cero mirones
La casa contará con todos los lujos, desde las vistas al Océano Atlántico hasta un helipuerto. Cuenta con dos playas de arena negra muy cerca de la urbanización, y lo más importante: está bien alejada de las zonas turísticas de la isla, para evitar ser molestados demasiado por mirones y paparazzi.
Cualquier tipo de crisis que se pudiera rumorear entre la artista y el futbolista parece quedar enterrada bajo esta casa de veraneo, que les servirá para tener decenas de nuevos escenarios para las fotografías que se realizarán junto a su hijo Milan, y que compartirán con todos sus fans en las redes sociales.