La cantante ha continuado con sus vacaciones de verano con sus hijos, mientras la mitad del mes lo pasarán con su padre.
Mientras Shakira atraviesa un delicado momento personal, la artista ha demostrado que es tiempo de relajarse y de no pensar demasiado en lo que está por venir, por eso puso rumbo a Estados Unidos para disfrutar de unas merecidas vacaciones de verano junto a sus hijos. En su primera parada se vio cómo disfrutó junto a los niños de un partido en California, haciendo saltar las alarmas porque muchos pensaron que este era el inicio de su mudanza a Miami, aunque de momento no hay nada claro.
Su viaje no ha terminado ahí, porque ahora ha sido fotografiada, también con los niños, en Cabo San Lucas, en México. Así lo ha compartido la revista ¡Hola!, y en las imágenes se la puede ver en la playa disfrutando con Milan y Sasha, sonrientes y felices. Lo cierto es que no muy lejos de los niños ha estado Piqué, puesto que él también ha estado en Estados Unidos con su equipo, y se sospechó de que podrían haber quedado, aunque no existe una confirmación. Otro de los asuntos peliagudos es qué pasará con la custodia de los dos hijos que tienen en común, y según La Vanguardia, estarían debatiendo los detalles, sin hablar de los términos económicos, que eso en realidad no les supone ningún problema. La negociación está siendo complicada, aunque sus respectivos equipos legales pensaban que llegarían a un acuerdo hace semanas, pero eso al parecer no ha sucedido. Shakira ha hecho una propuesta a la que Gerard Piqué debe contestar, cosa que aún no ha hecho.
Por otro lado, y en lo que respecta a las vacaciones de verano, Shakira ha permitido que Piqué tenga a los niños la mitad del mes de agosto y se los lleve a donde quiera. pero lo cierto es que no puede pensárselo mucho, y más teniendo en cuenta sus compromisos profesionales, puesto que la temporada de fútbol empieza pronto y no puede descuidar sus entrenamientos. Septiembre, el punto de inflexión
Esta tregua en el camino no significa que después todo sea fácil, sin olvidar que en septiembre da comienzo el colegio y que en caso de marcharse deberán rescindir la matrícula en el centro escolar al que han ido Milan y Sasha en Barcelona, con todo lo que eso supone, separándose de sus amigos más cercanos y teniéndose que adaptar a una nueva vida.