Shaila Dúrcal ha concedido una entrevista a la revista Semana en la que ha hablado de su familia y de cómo ha sido mudarse en la casa que fue de sus padres y en la que ella creció. Tras la muerte de sus padres se refugió en Estados Unidos con su marido, Dorio, pero ahora está de vuelta en Torrelodones, Madrid, recordando muchas cosas que marcaron su vida y sintiendo a sus padres más presentes que nunca.
Al parecer, decidió comprar la parte a sus dos hermanos y se ha quedado con la vivienda familiar. La casa ha estado cerrada durante 10 años, por lo que reabrirla para ella no ha sido fácil, y más teniendo en cuenta que se enfrenta a una reforma completa. "En este sofá mamá hacía sus entrevistas. Le tengo mucho cariño. Para mí, quedarme con la casa y con los muebles más típicos de mis padres me ha hecho mucha ilusión y estoy encantada de compartirlo con vosotros", ha comentado.
"Es bonito sentirme realizada otra vez en mi tierra. Esta casa será como mi base, mi centro de operaciones. Nosotros (su marido, Dorio, es su representante) viajamos mucho, sobre todo a México y Estados Unidos. Pero aquí quiero echar raíces ", ha dicho, ilusionada por esta nueva etapa.
Pese a que no ha sido madre, siente a su hijastra como suya, y así ha hablado de ella: "Me llevo muy bien con ella, pero también le meto candela porque le encanta salir. Yo tampoco es que pueda decir nada porque a mí a su edad también me gustaba ir de fiesta. Tiene 20 años y está feliz. Se está haciendo mayor, pero para mí siempre será mi pequeña. Ya puedo contar con ella como un adulto. Me entiende y me ayuda mucho. Todas esas cosas se aprecian ahora. Yo soy muy mami".
Volcada a su trabajo y su marido
En cuanto a si no se arrepiente de no haber dado el paso hacia la maternidad, lo tiene muy claro, por eso ha dicho: " No, porque yo nunca tuve la necesidad de ser mamá. Siempre estuve ocupada y haciendo mil cosas. Me dediqué por entero a mi carrera y a mi marido. Siempre digo, con mucho cariño, que a mí la peque me la dieron hecha. La he criado en parte también como su amiga adulta, con el respeto y la autoridad de ser mamá. Ella siempre se ha amoldado muy bien. Ha sido una niña a la que le hemos querido dar mundo y ha viajado mucho con nosotros".