El futbolista está muy agradecido por lo que su mujer y sus hijos han hecho por él para que siga cumpliendo su sueño.
Sergio Ramos se trasladó hasta Francia con la vista puesta en su nuevo futuro profesional tras fichar en el PSG, sin embargo, las cosas para él no han sido tan fáciles como se esperaba, porque su experiencia se torció entre lesión y lesión. Casi no ha tenido oportunidades para jugar, y a su vez ha sido el centro de las críticas de su nuevo club, es más, hay quienes le empezaron a llamar 'el hombre invisible' por sus continuas ausencias en el terreno de juego.
Ahora, que se ha convertido casi sin comerlo ni beberlo en campeón de la liga en Francia, espera pasar página y centrarse en otra temporada mejor. Ramos confirma que seguirá en el PSG en la siguiente temporada y tiene muchas ganas de volver a jugar, diciendo: "Estoy deseando regresar al terreno de juego para mostrar todo el fútbol que me queda".En cuanto a cómo lo ha vivido todo, ha dicho: "En el equipo la adaptación fue rápida, porque había jugadores con los que había coincidido. Keylor Navas es mi hermano. Teníamos una relación extraordinaria y única en el Real Madrid y coincidir aquí con él me lo ha hecho todo más fácil". Y de su salida del Real Madrid después de tantos años, ha añadido: "Es bueno cambiar para valorar lo que has vivido y lo que no conoces. Tienes un análisis más amplio".
Cambiar de equipo no solo ha supuesto un cambio para él, sino para toda su familia, porque su mujer, Pilar Rubio, y sus cuatro hijos, se marcharon con él con el fin de que persiguiera su sueño. En esta entrevista ha aprovechado la oportunidad para hablar de ella y de los niños, mostrándose visiblemente emocionado: "Al principio fue dura la adaptación, eran muchos años en otro club, donde tenías todo controlado, el club, la casa, el colegio de los niños. No fue tan fácil llegar a una ciudad tan espectacular como París, nos costó encontrar casa. Mi familia ha renunciado a su vida para vivir la mía".Emocionado cuando habla de su familia
Y así ha sido, porque Pilar Rubio ha tenido que renunciar a algunas cosas para mantener a la familia unida. Todo ello lo ha hecho con esfuerzo, viajando mucho a España para poder cumplir con sus compromisos profesionales, aunque alejándose de sus hijos durante esos periodos de tiempo, que procura que sean lo más breves posible.