Serena Williams regresó por todo lo alto a Wimbledon 2018 tras casi perder la vida al dar a luz el 1 de septiembre de 2017 a su hija Olympia. Desde aquel momento, la tenista no pudo resistir no pasar ni un solo día al lado de su pequeña: "Hace 319 días desde que di a luz a este increíble bebé @OlympiaOhanian. He pasado 319 días con ella. Soy muy afortunada", escribía en su cuenta de Twitter junto a una imagen de la pequeña descansando en su pecho durante un viaje en avión.
A pesar de caer derrotada por un doble 6-3 en la final de Wimbledon contra la alemana Kerber, se mostró muy ilusionada por haber llegado tan lejos después de todo lo que ha sufrido para regresar a lo más alto del tenis. Además, Serena declaró que "ha sido un torneo impresionante para mí y estoy realmente orgullosa de haber llegado tan lejos ".
Tampoco quiso desperdiciar la oportunidad para acordarse de todas las madres que, como ella, ha pasado por dificultades: " A todas las madres que estáis ahí fuera, hoy he jugado por vosotras y lo he intentado, pero Angelique (su rival) lo ha hecho realmente bien", dijo con emoción la tenista estadounidense.
Lo más importante es su hija
A pesar de haber pasado todos los días con su bebé, hace poco compartió entre sus seguidores que su hija "dio sus primeros pasos mientras yo estaba entrenando y me lo perdí", escribió en Twitter Williams. Añadiendo que al enterarse de la noticia no pudo aguantar las lágrimas por habérselo perdido.