A los fans de Selena Gomez les extrañó mucho que su ídola se retirase de los focos el pasado mes de agosto. La intérprete de 'Slow Down the Song' aseguró que la enfermedad que padece desde algún tiempo, lupus, le había causado ansiedad, ataques de pánico y depresión.
Recientemente la artista contó en sus redes sociales que había tenido que enfrentarse a un trasplante de riñón que le donó una de sus mejores amigas. "Soy muy consciente de que algunos de mis seguidores han notado que he estado con un perfil bajo durante este verano y me han preguntado por qué no estaba promocionando mi nueva música, de la cual por cierto estoy muy orgullosa. Descubrí que necesitaba un trasplante de riñón por el lupus que padezco, y del cual me estoy recuperando", escribió en Instagram junto a una imagen en la que se podía ver a la actriz y a su amiga tumbadas en las camillas del hospital después de la intervención.
Todo apunta a que fue en ese retiro veraniego cuando la exchica Disney tuvo que ser operada ya que ahora se encuentra inmersa en el rodaje del nuevo proyecto de Woody Allen del cual todavía no se conoce el nombre. Gomez se dejo ver con una minifalda de color borgoña y un suéter de color naranja mientras caminaba con las piernas desnudas y zapatillas de deporte de color blanco. Llevaba el pelo cortado en media melena y tapaba su rostro con unas oscuras gafas de sol. Iba acompañada de su guardaespaldas y se dirigía al lugar del rodaje en Nueva York. EN sus manos llevaba un zumo verde y el guión del film.
Justin Bieber no sabía nada
Se ha informado de que su novio The Weeknd estuvo a su lado durante su hospitalización y le ha apoyado durante su batalla para conseguir estar sana. Sin embargo, su exnovio Justin Bieber, con quien mantuvo una relación desde 2011 hasta 2015, no tenía ni idea según informa el portal TMZ. De la misma manera contó que los celebrities no mantienen contacto desde hace mucho tiempo.