Pese a su juventud, la salud le ha jugado a Selena Gomez varias malas pasadas, sobre todo en los últimos años. La actriz y cantante padece lupus, una enfermedad contra la que lleva luchando mucho tiempo, y por la cual se vio obligada a someterse a un trasplante de riñón, que afortunadamente salió bien y ha conseguido paliar los efectos de la misma.
Y es que Raisa ha hablado recientemente para la revista W Magazine, donde ha explicado las angustiosas horas que pasaron tras la operación. " Yo no quería comer ni beber. Y Selena Gomez también se sentía mal, pero no le dimos importancia hasta que, después de dormir unas horas, me desperté con un mensaje de Selena en el que me decía que estaba muy asustada ", ha contado. Según ha explicado la joven, su riñón era muy activo para lo que estaba acostumbrado el cuerpo de la cantante, lo que provocó que se le rompiera una arteria.
Complicación mortal
Tras este incidente, Raisa cuenta lo que ocurrió después: " Tuvieron que llevársela al quirófano para operarla de urgencia. Tenían que sacar una vena de su pierna para construirle una nueva arteria que hiciera viable mi riñón ". Además, la donante ha afirmado que Selena Gomez "podría haber muerto" de haberse torcido algo en esa intervención quirúrgica. Por suerte, todo salió bien y ambas salieron ilesas del postoperatorio. Los días que se sucedieron fueron muy duros, según cuenta Francia Raisa, por ello decidieron enfocarse en ellas mismas y no hacer pública la noticia hasta semanas después.