"Al fin y al cabo, yo era su empleado"
En vida, el propio diseñador consideraba que su relación era como la de un padre y un hijo. "Se lo decía a otros cuando yo no estaba", recuerda Jondeau, aunque después no le permitía vivir como tal: "Nunca me dejaba llegar a ese tipo de sentimientos. Al fin y al cabo, yo era su empleado". Una posición que, pese a los años y las vivencias, siempre estuvo ahí. No obstante, este fue uno de los herederos del gran imperio de Karl Lagerfeld. No el único, por supuesto, también la gata del diseñador, Chouppette, salió muy bien parada. Con ella todavía tiene una relación muy cercana y la va a visitar a su nueva casa junto a su cuidadora.
Esta relación tan estrecha entre ellos llevó a que durante la vida del Káiser se hablase de que Sébastien Jondeau era otra otro de sus amantes. Un hecho que le molestaba mucho al propio Jondeau: "No me gustaba". Acepta el papel de amante implicaba pertenecer a un grupo en el que sí habían estado otros hombres: "No me gustaba que me comparasen con [los modelos] Brad [Kroenig] y Baptiste [Giabiconi]". De hecho, en el libro que acaba de publicar se muestra muy crítico con todos estos hombres que si se acercaron a Lagerfeld de una forma más sentimental por puro interés. Al segundo, el que sin duda fue más conocido, lo describe como "un aprovechado", de los que "siempre piden el plato más caro" en la carta de un restaurante.
"No podía hacer nada si él quería estar con otras personas de una forma más íntima"
Este joven también publicó un libro sobre cómo había sido su vida al lado del Káiser, un relato al que Jodeau no quiso dedicar mucho tiempo. "No me interesa lo que tiene que decir", reconoce en la entrevista: "Hay muchas cosas que a uno le gusta ver". Cabe recordar que para él Lagerfeld era como un padre y lo quería como a su madre. "No podía hacer nada si él quería estar con otras personas de una forma más íntima", aunque supiese las consecuencias que eso podía traer consigo: "Noté un cambio cuando Baptiste llegó a su vida. Y sí, ¡me molestaba a veces! Pero no tenía elección", recuerda.
"Carolina de Mónaco es una persona abierta y amable"
Más allá de los interesados que se acercaron a Karl Lagerfeld por ser Karl Lagerfeld, también hubo muchos otros que lo hicieron por la persona que era y descubrieron en él el verdadero amigo que fue. De sus personas de confianza recuerda a Ingrid Sischy, editora de Vanity Fair Usa; y también a Carolina de Mónaco, a quien define como "una persona abierta y amable". Juntos se fueron muchas veces de vacaciones, "también sus hijos", recuerda: "Al final, son personas bastante normales".
También su cercanía al diseñador le permitió conocer mejor y desde otro lugar a personajes emblemáticos del mundo de la moda. Es el caso de Anna Wintour, la jefa de todas las jefas de Condé Nast USA y más reconocida por su papel de Editora Jefe de Vogue USA. Al igual que Karl, una mujer escondida detrás de unas gafas de Sol que, por su papel, se camufla también detrás de una armadura fría, pero también muy dura. En cambio, Sébastien Jondeau la describe como algo mucho más humana: "Siempre me dio los buenos días y me miró a los ojos".