Desde que Kourtney Kardashian le diera un ultimátum, Scott Disick decidió cambiar, un cambio que se inició con el ingreso en un centro de desintoxicación para conseguir acabar con su lujuriosa y tóxica vida. Después de más de dos semanas ingresado, Disick ha recibido la visita sorpresa de sus tres hijos.
La información sobre el ingreso en rehabilitación salió a luz poco después de que su excuñado, Lamar Odom, exmarido de Khloe Kardashian, sufriera el grave incidente que le ha dejado graves secuelas debido a la insuficiencia cardiaca por ingesta de sustancias. Sin embargo, fuentes cercanas al exmarido de la mayor de las Kardashian, asegura que había ingresado antes de conocerse de la noticia de la extrella de la NBA, debido a las advertencia de su expareja.
La visita de sus tres hijos, Mason, de 5 años, Penelope, de 3, y el pequeño Reign de 10 meses, tuvo lugar el pasado domingo en la clínica de Malibú en la que se encuentra. Según recoge Entertainment Tonight, la encargada de llevar a los niño no fue Kourtney, sino la abuela de los pequeños, Kris Jenner. Ésta lucía el pijama de rayas, la indumentaria oficial del baby shower de su hija Kim Kardashian, por lo que tuvo que salir directa de la celebración.
Leve recuperación
A pesar de que la recuperación está siendo lenta, ha experimentado una leve mejoría, ya que según cuenta una fuente cercano al empresario: "El ha cortado muchas de las malas influencias en su vida, y está tratando de concentrarse en volver a la normalidad. Todavía tiene los demonios, no han desaparecido, pero ahora reconoce que tiene esos demonios, lo cual es un gran paso para Scott ", ha asegurado.
Kardashian, por su parte, está totalmente volcada en el cuidado de sus tres vástagos disfrutando de un divertido día de disfraces adelantándose a la festividad de Halloween. Además, también saca tiempo para disfrutar en familia, como a las últimas fiestas que han asistido para celebrar el cumpleaños de su hermana Kim, y también el baby shower por el que será su segundo sobrino.