Resultado de una pelea entre hermanos
El resultado de lo ocurrido fueron, por su parte, "cinco puñaladas en la espalda, cinco en el brazo, dos en la pierna y una en la cabeza". La propia exsuperviviente, todavía desde el hospital, lanzaba una dura advertencia a su suegro y su cuñado dando nombres y apellidos de ambos: "No se va a quedar así, claro que lo voy a hacer", y dejaba claro que esto no era algo propio de la etnia gitana, evitando así cualquier estigma social que pudiese suscitar lo que a ella le ha ocurrido: "Esto no son las costumbres gitanas, los hombres no pegan a las mujeres, pero ellos si lo han hecho".
Junto al vídeo de ella misma hablando sobre lo ocurrido, en la misma publicación añadió un par de vídeos e imágenes de su propia casa en la que se puede ver el suelo completamente lleno de sangre a causa de las diferentes puñaladas que sufrieron durante el ataque.
Horas más tarde, ya en casa, compartía otro vídeo hablando sobre lo ocurrido mostrando las diferentes heridas en su cuerpo. En él volvía a recordar que los hechos se encuentran en manos de las autoridades, algo que en el pasado no harían por ser gitanos, pero ahora "gracias a Dios tenemos otra mentalidad y queremos que haya justicia". En este segundo comunicado explicaba también lo que le ocurrió a su hija: "Le han dado una puñalada en el pecho, donde el corazón, pero ella se apartó. Querían apuñalarla por la barriga". Saray Montoya asegura que ambas han sido víctimas de una venganza contra su marido por parte de su propio suegro.