La que fuera concursante de 'Supervivientes' se está recuperando de numerosas puñaladas por todo su cuerpo.
Saray Montoya, quién fue concursante en 'Supervivientes' y se dio a conocer gracias al programa 'Gipsy Kings', ha recibido 14 puñaladas en la espalda, en el brazo y en la cabeza. Según su versión, se las habían propinado tanto su suegro como su cuñado. Fue desde el hospital donde publicó los primeros vídeos enseñando las heridas que tenía por todo su cuerpo y después desde su casa, dando más detalles sobre esta agresión.
A su vez, fue a través de las redes sociales donde acusó por primera vez a su familia política de un intento de asesinato y a partir de ese momento ha participado en numerosos programas para contar su versión de los hechos y para hacer saber que lo pondría en manos de la justicia. De momento los presuntos agresores de Saray Montoya y también de su hija se encuentran en busca y captura, sin embargo, algunos familiares, también por parte de su marido, aseguran a través de su abogado que fue ella la que comenzó la pelea amenazando a su familia política con unas tijeras. Ha sido 'El programa de Verano' el que ha podido hablar un poco más en detalle con Saray Montoya para ver cómo se encuentran tanto ella como el resto de su familia que fue agredida: "De las heridas vamos evolucionando, pero psicológicamente estamos muy mal y yo ya estoy en psicólogos".
Por otro lado, ha querido desmentir rotundamente las acusaciones que su familia política ha lanzado contra ella: "Ellos siguen desaparecidos. Ellos tienen que demostrar lo que están diciendo de mí porque yo sí tengo pruebas que son lo que me han hecho. Ellos han lanzado un artículo sin argumentos", y además ha añadido que no les consta que se haya puesto ninguna denuncia: "A día de hoy no nos consta que el juzgado exista ninguna denuncia contra mí". En manos de la justicia
"Si no denuncio y me protege la policía, habrían venido a rematarme", ha sido otra de las cosas que añadido haciendo saber que has sentido un miedo atroz y que ha creído oportuno poner todo este asunto en manos de la justicia para que de una vez por todas se aclare.