La modelo ha tenido que lidiar con comentarios en los que se decía que su hijo mayor Noah no es del futbolista, sino del entrenador personal del jugador, Diego Dreyfus, puesto que tanto el entrenador como el niño tienen los ojos azules.
La australiana compartió estas palabras para zanjar el asunto de una vez por todas: "No tendría que explicar nada, pero las cosas en los medios se salieron de control. Estoy cansada de los mensajes que señalan que Diego es el padre de Noah, solo por el color de sus ojos. ¡Su padre es Javier! Yo ya estaba embarazada de Noah cuando conocí a Diego. Noah tiene los ojos del mismo color que mi madre. Fin de la historia, dejen de molestar a mi familia", concluyó tajante.
El otro afectado también se ha defendido
El mismo entrenador personal escribió en redes sociales los siguientes mensajes: "Si vienes a visitar mi perfil con respecto a la carrera de cierto futbolista que no nombraré, quiero que sepas que mi servicios como destructor profesional de carreras está disponible. Pero requiero EXITOSOS, no como tú comprenderás!", decía de una manera un poco grosera. Y días más tarde añadía en su cuenta de Twitter: "Me encanta la mente simplista de muchos pseudo fans de fútbol que solo repiten la misma frase 'destruiste su carrera' y me siguen dando fama. Gracias. Este es el virus de México, el que critica desde una vida fracasada y sin logros. Sería bueno que el mexicano al ver a otro mexicano trabajando y rompiéndola fuera del país, sintiera orgullo y ganas de apoyar hasta cuando no está en su mejor momento. Especialmente cuando no está en su mejor momento! Pero no hay bronca, yo uso el hate como gasolina", agregó.