Pero su estado de salud no deja que ataque a su sentido del humor. Fue a través de las Stories de su cuenta de Instagram donde publicó una fotografía con una mascarilla verde y sus gafas de ver en la que escribía: "Siempre traigo mi mascarilla para la cara y mi almohada de seda cuando vengo al hospital".
Horas antes de esta publicación, Sarah Hyland publicaba otra Stories donde aparecía tumbada en la cama del hospital. En esta fotografía era donde contaba que padecía fiebre, llegaba a unos 40 grados, tenía ciertos problemas de respiración y, además, sufría una conjuntivitis.
Su novio, su gran apoyo
Sarah Hyland ha tenido que enfrentarse a dos transplantes de riñón en estos últimos años, ya que sufre displasia renal, una enfermedad de los riñones donde aparecen múltiples quistes de diversos tamaños e irregulares que resulta de malformaciones que surgen durante el desarrollo fetal. Además, la actriz también sufre depresión.