Con la cuarentena obligatoria en los hogares españoles por el coronavirus ha comenzado a circular una imagen tomada en 1937 en la aparece una pareja besándose pero mientras llevan mascarillas. En estos días en los que los gestos de cariño están prohibidos, al menos restringidos por voluntad propia para que el virus no se propague más, esta foto ha cobrado todo el sentidos y ya han sido varias parejas de celebrities, como Tamara Gorro y Ezequiel Garay, las que se han besado a través de un cristal.
La situación que nos ha tocado afrontar de un día para otro ha conseguido que las redes sociales se llenen de fotos y vídeos plagados de ingenio, y más con el movimiento #YomMeQuedoEnCasa. Sara Sálamo e Isco Alarcón han sido algunos de los que han animado a sus seguidores a que respeten este estado de alarma, apostando por la responsabilidad ciudadana, y de paso han emulado la foto de 1937, pero el resultado no ha sido el esperado.
Más de un usuario de Instagram no ha dudado en decir a la actriz que esa es una manera de frivolizar con una situación muy delicada por la que están muriendo muchas personas. Una vez más, su reacción no ha tardado en llegar y ha decidido eliminar la publicación, aunque ha querido dar explicaciones.
"Está claro que uno no siempre acierta", ha dicho en un vídeo hablando sobre este asunto. En este clip también ha dicho que no sabe si esta foto que compartió es de mal o buen gusto, porque hay opiniones muy distintas al respecto, y por eso ha añadido: "Al final he acabado borrándola". Mientras tanto, ha habido personas que le han pedido que done las mascarillas que llevaban en la imagen, pero es algo que no es posible pese a ser un bien escaso. "No podemos hacerlo porque están usadas. Las teníamos de antes. Las utilizaremos si vamos a la farmacia a comprar algo para el niño o al supermercado para así no contagiar al resto", ha dicho para aclararlo.
Dando ejemplo
Y antes de esta polémica generada sí que ha querido usar sus redes para mandar un mensaje de responsabilidad a personas en concreto: "A toda esa gente que dice que da igual ir a casa de mi vecino, de mi hermana o de mi cuñada". Ella y su hijo Theo llevan confinados en su casa desde antes de que el Gobierno pidiera que nadie saliera de casa, para ser un ejemplo y predicar con el hashtag que se ha hecho viral #YoMeQuedoEnCasa.