Galería: Sara Carbonero en imágenes
La vida de Sara Carbonero cambió por completo en mayo de 2019 cuando le detectaron un tumor maligno en uno de sus ovarios. La presentadora de televisión se enfrentó al peor diagnóstico en esos momentos, aunque lo hizo con entereza, con el deseo de recuperarse cuanto antes para disfrutar de sus hijos Martín y Lucas. Ella misma lo anunciaba con estas palabras, diciendo: " Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de seis letras que todavía me cuesta escribir. Ya he sido operada, pero todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente".
Por suerte pudo recuperarse de esa enfermedad, sin embargo, el mes de mayo, lejos de ser el reflejo de la alegría por ir asociado a la primavera, se ha convertido en una fecha con un sabor bastante agridulce para ella. Ahora que se cumplen tres años desde ese momento, ha querido expresar lo que para ella es este mes, diciendo: "Mayo. Ya no dueles. Vamos a por ti".
" Es el mes del pellizco en el pecho y el zarandeo, pero también el de los nuevos comienzos, la resiliencia y la fuerza que todos llevamos dentro. El de recalcular la ruta sin miedo a perderse. El de las oportunidades, la esperanza, donde los sueños florecen", ha escrito en sus redes sociales, recordando los momentos más duros de su enfermedad. Pero lo cierto es que en todo momento ha mirado con perspectiva : "Siempre serás el mes del renacer y el agradecimiento". Después de haber escrito esto parece haberse arrepentido de la publicación, porque la ha borrado.
El diagnóstico de su enfermedad llegó en un muy mal momento, porque semanas atrás Iker Casillas, que por aquel entonces era su marido, sufrió un infarto de miocardio en uno de sus entrenamientos. Tanto él como ella han conseguido llevar una vida completamente normal, no obstante, entre tanto sus caminos se separaron tal y como anunciaron en febrero de 2021.
Orgullosa de sus cicatrices
Con motivo de su 38 cumpleaños compartió también una parte muy personal, la cicatriz que le ha quedado de todo el proceso, escribiendo entre otras cosas: "Un logro que no es ni más ni menos que me caen 38 años, me miro en el espejo y me gusta lo que veo mientras abrazo la imperfección. Mi cuerpo es otra forma de recordar el camino".