A pesar de que el primer día que se vieron las caras ambas se intercambiaron unas cuantas "miradas asesinas", las dos consiguieron acercar posturas rápidamente y ahora gozan de una profunda relación que ni si quiera los 566 kilómetros que separan Oporto y Madrid han sido capaces de romper. Las periodistas alardean de esta amistad incondicional y comparten con todos los seguidores de sus redes sociales cada uno de los momentos que pasan juntas, además de dedicarse de forma pública todo el amor que se profesan la una a la otra.
Pero además de su afición por las letras y por la información veraz, Carbonero y Jiménez también coinciden en su pasión por la moda. Solo unos meses después de conocerse, las dos fueron vistas comiendo juntas y disfrutando de una divertida tarde de compras por el centro de Madrid, y es que a juzgar por el número de veces que se las ha pillado in fraganti con las tarjetas de crédito echando humo, parece que llenar su armario de modelitos nuevos es uno de los pasatiempos favoritos de la toledana y la almeriense.
No importa la distancia
Por desgracia para ellas, los días en los que se pasaban las horas muertas juntos pasaron a la historia cuando Carbonero tuvo que mudarse a Portugal porque su marido empezó a jugar en el Fútbol Club Oporto. Las amigas tuvieron que despedirse y atrás se quedaron las largas jornadas en las que disfrutaban de su mutua compañía y, aunque siguieron en contacto gracias a las nuevas tecnologías, para Jiménez nunca volvió a ser lo mismo entrar al plató de Telecinco sin ver a su compañera y colega sentada en la silla de al lado. "Faltas tú, Sara", apuntó la periodista junto a una imagen que publicó en su cuenta de Instagram para promocionar la nueva temporada de los Informativos.
Casi familia
Sin embargo, muy poco les duró la pena y solo unos meses después de que la toledana comenzara una nueva vida en el país vecino, sus amigas se subieron a un avión para visitarla y conocer de primera mano su nuevo hogar. Jiménez se reencontró allí con Carbonero y con su hijo Martín, a quien se dirige como si fuera su sobrino, demostrando una vez más que las dos periodistas comparten un vínculo tan especial que parecen hermanas. "Disfrutando del sobri", comentaba la almeriense junto a una foto en la que sujetaba en brazos al hijo mayor de la periodista mientras pasaban un divertido día en una playa de Oporto.
De hecho, en más de una ocasión se han referido a sí mismas como "la familia que se elige" y, como buenas parientes, cada verano se las apañan para cogerse los mismos días de vacaciones para pasar juntas unas cuantas semanas de descanso en algún lugar paradisíaco. A estas escapadas durante la época estival también se apuntan sus respectivas parejas: Iker Casillas y Álex Cruz. Los cuatro forman una pandilla entrañable que provoca que a todos los seguidores del dúo de amigas se les caiga la baba con cada fotografía que comparten en sus redes sociales.
Amigas y socias
Carbonero y Jiménez tienen un vínculo tan fuerte e inquebrantable que ni siquiera han sucumbido a la máxima de que "mezclar los negocios con los amigos nunca sale bien". Las dos se embarcaron en 2015 en la aventura de abrir una empresa basada en aquello que más les gusta: la moda y el lifestyle. Junto a otra compañera de Telecinco, Mayra del Pilar, decidieron abrir un sitio web dedicado a la venta de ropa llamado Slow Love en el que ofrecen productos de todo tipo, desde accesorios y zapatos hasta vestidos y camisas. Lejos de que trabajar con su amiga pueda parecer un problema, las periodistas se muestran encantadas ante la idea de que así puedan tener incluso más contacto. "Entre el email y el móvil, seguramente hablamos más que si estuviéramos trabajando en la misma oficina", confesaban durante una entrevista conjunta para Divinity.
De hecho, a las empresarias les va muy bien juntas y a pesar de que durante el primer año de ejercicio solo obtuvieron pérdidas; Jiménez, Carbonero y del Pilar supieron salir a flote y lograron que Slow Love remontara para conseguir 34.728 euros de beneficio al año siguiente, una cifra que no está nada mal teniendo en cuenta que se trata de un negocio que acaba de empezar. "Empezó como una empresa muy familiar, sin ningún objetivo ambicioso y hoy estamos hablando de una marca que empieza a hacerse un hueco en el mundo la moda española con una plantilla de gente joven con un talento increíble", señalaban las dueñas de la compañía durante la entrevista mencionada anteriormente.
Pero no solo se trata de una web de moda, sino que las empresarias venden un estilo de vida "slow" que han hecho suyo y que intentan inculcar a cada uno de sus clientes. De este modo, las chicas que empezaron compartiendo hueco en un estudio de televisión han terminado convirtiéndose en exitosas mujeres dueñas de una empresa a la que le augura un crecimiento económico espectacular, haciendo patente aquello de que cuando una cosa se hace con cariño, se hace mucho mejor.