40 años después, la víctima de la violación por parte del director asegura haber perdonado a Polanski, pero no haber olvidado lo que sucedió.
Han pasado ya 40 años desde que se produjera el polémico caso de violación por parte de Roman Polanski a una joven de tan solo 13 años. El director tras haber abusado de la menor en la casa de Jack Nicholson en 1977, se declaró culpable de haber realizado este hecho, huyendo del país al año siguiente a esperas de recibir una sentencia.
A pesar de querer olvidar este terrorífico episodio, la justicia de Estados Unidos no quiere pasar página y olvidar el delito que cometió Polanski contra aquella niña. La fiscalía tenía intención de condenar al director de 'El pianista' a más de 50 años de prisión para acabar con la tendencia al vicio y libertinaje que había en aquella época. La víctima, Samantha Geimer, ha querido dar la cara ante los medios en alguna ocasión, pero no lo ha hecho para atacarle y hacerle ver su culpabilidad, sino para defenderle. La exmodelo asegura que la actitud de Polanski fue "producto de un sistema corrupto propio del ambiente de Hollywood". Geimer quiso aclarar: "Estoy totalmente convencida de que él siente haber hecho esto, que no lo volvería a hacer y que se siente culpable por todo lo que pasó".
A pesar de que la modelo considera haber perdonado al director por lo ocurrido, se niega a justificar el comportamiento que tuvo: "Le perdoné hace ya mucho tiempo, pero nadie tiene que pasar por lo que yo tuve que vivir en aquel año. En 1977, mi madre y yo éramos las malas que nos inventábamos la historia, ahora él es el malo".
Toda una vida juzgada
En 2013, Geimer quiso publicar su libro 'La chica: Una vida a la sombra de Polanski' en el que se atrevía por primera vez su versión sobre la violación de Polanski: "Soy más que la niña víctima de un ataque sexual, etiqueta que me adjudicaron los medios. También me encasillaron mis compañeros de instituto, obligados a mantenerse alejados de mi. Ahora cuento mi historia sin ira, pero con un propósito: compartir una realidad que me permitirá reclamar mi identidad".
Con lo que sí esta contenta es con la denegación del juez para que el director no vuelva a EEUU: "Creo que hicieron lo correcto y tomaron la decisión adecuada dados los hechos ocurridos. Como soy consciente de todo el tiempo que lleva este caso en los medios, estoy muy satisfecha y contenta". La víctima considera que el caso está siendo "una broma, una parodia, la justicia contra Hollywood en su máximo esplendor".