Nada de Navidades blancas. Eso es lo que ha decidido hacer Salma Hayek este año. La actriz ha cambiado los guantes, el gorro y la bufanda por el bikini para pasar unos días de vacaciones en la Isla de San Bartolomé, en el Mar Caribe.
Allí no hay ni Papá Noeles ni árboles de Navidad. Solamente sol y buena temperatura para empezar el año con la piel bronceada, que es precisamente lo que hará l a actriz, su marido François-Henri Pinault y su hija Valentina.
Los tres, junto a los hijos del empresario, François, Mathilde y August -fruto de su relación con Linda Evangelista-, disfrutaron de una jornada en alta mar más propia del verano que de estas alturas del año.
Navidades veraniegas en familia
Todos ellos se lo pasaron en grande tanto en la cubierta del yate como surcando las aguas del Caribe a lomos de una moto de agua o dándose un chapuzón. Una jornada muy veraniega para la que Salma Hayek lució figura con un bikini negro.