Salma Hayek ha hablado como nunca de su matrimonio con el francés François-henri Pinault, y ha sido en el podcast 'Armchair Expert'. La actriz publicaba recientemente una imagen con su marido, y escribía junto a la misma: "Hace 14 años conocí a mi alma gemela. Después de la prueba del tiempo e incluso la prueba de la cuarentena, me siento muy bendecida de haberte encontrado, y cuanto más te descubro, más crece mi amor por ti. Feliz aniversario, mi amor", y ha propósito del amor por su marido, ha hablado de este asunto con el presentador.
"¿ Puedo decir algo brevemente sobre tu esposo ? Qué tipo tan agradable y generoso", comenzaba diciendo el presentador del programa, Dax Shepard, para seguir añadiendo: "Seré completamente honesto, hasta ahora no sabía quién era, acabo de leer un titular que dice que te casaste con un hombre muy rico y pensé: 'Tal vez se casó con él solo porque era tan rico".
La mexicana se ha tomado con humor que se hable del dinero que tiene su marido, diciendo: "No se puede ver por las fotos lo buena persona que es. Pero él me hizo una mejor persona. Cuando me casé con él, todos decían: ' Oh, debe ser un matrimonio convenido, ella se casa con él por sus millones'. Llevamos juntos quince años y todavía estamos profundamente enamorados. Esos comentarios ya ni me ofenden".
Pinault, su marido, es Presidente del conglomerado de moda de lujo Kering, propietario de marcas tan importantes como Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga, no obstante, Hayek quiere que las personas se pongan a pensar en que más allá de ser una persona millonaria, también puede ser buena persona, por eso añadió: " También hay discriminación contra los ricos. La gente piensa que porque alguien es rico no puede ser una buena persona. Hay demasiados prejuicios contra la gente rica".
Una relación muy consolidada
La actriz quiso seguir hablando de us relación, añadiendo: " Mi esposo tiene muchas responsabilidades y una larga lista de tareas. Pero cuando está en casa, siempre tiene una gran sonrisa en la cara y está feliz de vernos a mí y a la niña. Cuando nos vamos de vacaciones, desconecta por completo. Es la alegría personificada".