Vanitatis ha publicado una información sobre la que, al parecer, llevan trabajando mucho tiempo, en la que han revelado la sentencia del fatídico día en el que estalló por los aires la relación entre Rocío Flores y Rocío Carrasco. El citado medio ha recabado cerca de 2.000 folios de información, con acceso a sentencias y cuestiones delicadas que se desconocen hasta el momento y que irán revelando por capítulos durante las próximas semanas.
El primer lanzamiento que ha hecho el medio ha sido sobre el día en el que pelearon madre e hija en su casa de Valdelagua. El 27 de julio de 2012 se produjo la situación de la que todo el mundo habla pero sin revelar nada, algo que ahora ha salido a la luz de forma probada con la sentencia del Juzgado de Menores. En la casa se encontraban Rocío Carrasco, Rocío Flores, Fidel Albiac y el hermano pequeño, David. Fue durante el desayuno donde comenzó la discusión entre madre e hija por una simple nectarina, pero todo apunta a que la situación previa no estaba nada bien.
Ambas comienzan a discutir por algo tan banal como una nectarina pero la situación se torna delicada, según publica Vanitatis. La sentencia de dicho momento, correspondiente a 'hechos probados' dicta lo siguiente: "Sobre las 8:00 h del día 27 de julio de 2012, encontrándose la menor en el domicilio familiar junto a su madre, la pareja de esta y su hermano, inició una disputa con aquella en el transcurso de la cual le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas".
Dicha sentencia revela las lesiones que sufrió Rocío Carrasco por esa situación: "Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales".
El después de esta delicada situación
Rocío Flores, que tenía en ese momento 15 años, salió corriendo de su casa atravesando el jardín y se dirige al vehículo en el que se encuentra el chófer que la suele llevar al colegio. En la sentencia se puede leer que la joven estaba muy nerviosa y que le dice al chófer que "su madre está tendida en el suelo". Dicho hombre fue como testigo al proceso judicial y contó que Flores le pidió que la llevara al cuartel de la Guardia Civil pero que él se negó a hacerlo.
Finalmente, Rocío Flores acudió a denunciar esta situación junto a su padre, Antonio David Flores, y declaró contra su madre, a quien le atribuyó un delito de malos tratos. Lo que recalca el citado medio es que fue la hija quien finalmente denunció a su madre a pesar de los hechos probados de la sentencia leída más arriba. Esto se comprobó y quien salió perjudicada por los hechos fue Rocío Flores y no Rocío Carrasco, pero ahora se ha podido conocer una verdad probada sobre la que todo el mundo hablaba pero sin revelar absolutamente nada por lo delicado del asunto.