El ganador del Oscar puso a la venta 227 artículos personales, en una puja que se tituló con el nombre de 'Russell Crowe: el arte del divorcio". La transacción le permitió obtener un beneficio de 3,7 millones dólares australianos, que equivalen a unos 2,3 millones de euros.
La subasta superó con creces el objetivo esperado, y fue calificada de "increíblemente fructífera" por uno de los responsables de la empresa que la organizó. El propio Russell Crowe quiso compartir su asombro en su cuenta de Twitter, dónde escribió que "no está mal como salario por cinco horas de trabajo".
Sorpresa incluida
Los compradores que asistieron al acto se llevaron una gran sorpresa cuando, de repente, apareció Crowe para confesarles que "se divirtió mucho preparando esta venta". Aunque en un principio él y su mujer pactaron que se trataría de un proceso de divorcio amistoso, el tiempo que ha pasado y el dinero que les está costando parece indicar que algo no está saliendo tal y como ellos tenían previsto.