Con desgarro, la artista comenzaba diciendo: "Padre mío... Un mes sin ti. Y siento que me han arrancado parte de la raíz del árbol que me sostiene. Y siento que de esto no me voy a curar. Que aún me dura el golpe en el pecho y el temblor en las manos. Como si el pequeño resquicio que quedaba de mi infancia definitivamente hubiese terminado. Te has ido de golpe, en la madrugada de una noche de luna llena. Te has ido en silencio, sin conocer la muerte, a la que tanto temías. Ahora empatizo más con el dolor, porque me parecen ya tan crueles las leyes naturales de la vida...".
Tras esto, continuaba contando cómo se siente: "Se me ha helado un trocito de corazón tras el beso en tu frente fría mientras acariciaba tu cabello, como cuando era una niña. Me has regalado los cuatro últimos días de tu vida y no paran de rondarme los mensajes que me lanzabas, como si vinieras a despedirte, como si uno intuyera que está en el tiempo del descuento: 'Llevas diez años de trabajo maravillosos María, pero los diez próximos serán mejores aunque yo no los vea...', 'No dejes de escribir que le haces mucho bien a la gente', 'tu hermano y tú siempre unidos', 'qué especial eres al mundo', 'qué orgullo teneros como hijos', 'qué feliz he sido estos días'...".
Siempre le recordará con mucho amor
Su despedida era de lo más emocionante: "Te voy a echar muchísimo de menos, padre. Pero, aún con esta tristeza, te prometo que seguiré haciendo de mi camino algo extraordinario. Porque tú amabas la vida y cada uno de mis pasos te lo pienso dedicar. Porque si a mí me duele el mundo es porque a ti te dolía. Y tengo tu boca, tu único hoyuelo y tu apellido es mi nombre. Porque voy a esforzarme en ser mejor persona para parecerme más a ti y así marcharme algún día como tú te has ido: recogiendo todo el amor que sembraste. Porque tú querrías verme alegre, gigante, humilde, feliz. Qué gran privilegio ser tu hija... Te amor y te amaré siempre, papá. 'Más que a los pájaros colorines y al pan tostao'. Tu hija. Tu María".