El mundo de la interpretación está de luto desde que el día 1 de marzo falleciera el gran actor Quique San Francisco. Tras varias semanas ingresado en el Hospital Clínico San Carlos, el actor moría al no haber superado una neumonía bilateral que se le había complicado en los últimos días. Sus últimas palabras eran muy recientes, puesto que había concedido una entrevista pocos días antes, pero finalmente no pudo superar la enfermedad
Han sido muchísimos los mensajes de cariño y amor que se han podido ir viendo a lo largo de los días, así como la presencia de grandes amigos que no se quisieron perder la última despedida en el tanatorio. Emma Suárez, Pablo Motos, Gabino Diego, Lolita... Son algunos de los rostros conocidos que quisieron recordar a Quique San Francisco en su último adiós pero se echó en falta a Rosario Flores, quien fue su pareja durante un tiempo hace años.
Lolita comentaba a su llegada al tanatorio que su hermana estaba de viaje y que no podía ir a darle el último adiós pero que estaba destrozada. Sin embargo, ahora ha sido la propia Rosario la que ha querido dedicarle unas palabras: " Se me ha ido mi compañero, mi maestro, mi amor. Llevo tu esencia en mi corazón, contigo se me abre la herida, se me va una parte de mi vida", comenzaba diciendo en su cuenta de Instagram.
Un adiós doloroso
Rosario Flores ha continuado escribiendo palabras de cariño hacia el que fue su pareja: "Nunca te olvidaré, mi genio inigualable. Crecí a tu lado y me llenaste de sabiduría y felicidad, contigo aprendí de la belleza verdadera de la facilidad de saborear la vida sin descansos, sin normas. Tú siempre dando amor a cambio de nada. Mi ángel de los ojos brillantes. Siempre vivirás en mí ".
No cabe duda de que ha sido un palo tremendo para todos los seres queridos de Quique San Francisco ya que, aunque tenía una salud que se podía complicar con cualquier cosita, nadie esperaba que se fuera a marchar a los 65 años. A pesar de su adiós, el actor será recordado toda su vida por su legado en el cine, en el teatro y, sobre todo, en el humor, donde se hizo un hueco bien merecido cuando era joven.