La boda del año dejó numerosos momentazos que no pasaron desapercibidos y que quedarán para el recuerdo.
La boda de Eva González y Cayetano Rivera ha sido sin lugar a dudas el enlace del año. Se celebró este viernes 6 de noviembre en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Mairena del Alcor, Sevilla, localidad natal de la novia. Hasta allí se desplazaron casi 400 invitados que vieron casar al torero y a la presentadora en una emotiva boda religiosa. De ahí partieron a la Hacienda Molinillos, donde tuvo lugar un banquete por todo lo alto para agasajar a los asistentes, eso sí, antes de llegar a este lugar, los recién casados hicieron una parada para visitar a la abuela paterna de Eva González, que no pudo acudir a la ceremonia por motivos de salud. Como recuerdo, la presentadora le dejó el ramo.
Esta boda ha dejado algunas anécdotas, algunas protagonizadas por los novios y otras por los invitados. Entre los estilismos, la más importante vino de la mano de uno de los hermanos del novio, Julián Contreras, Jr, que apareció junto a su padre luciendo un traje, una indumentaria habitual en cualquier boda, pero no en esta, donde se pedía a los invitados varones que llevarán chaqué. ¿Qué pasó entonces para que los dos Contreras rompieran el protocolo? La respuesta es sencilla y la ofreció el propio protagonista primero en Twitter y luego al llegar a la Iglesia: "NOTA MENTAL: Abrir una invitación, puede evitar que vengas a una boda de chaqué, en traje...".
Por la tarde, Contreras volvió a protagonizar otra anécdota, ya que se marchó muy pronto, lo que dio lugar a especulaciones que el propio Julián quiso aclarar a través de Twitter: "¡Yo me he marchado después del convite! Muy a mi pesar, no me podía quedar en Sevilla. Pero no, no ha ocurrido nada!".
Fran Rivera cumplió con el protocolo, pero llamó la atención porque llevó la misma chistera que se puso en su boda. El torero quería portar esta prenda, y no tenía ganas de comprarse otra chistera pensando que tiene una seminueva. Por otro lado, su mujer, Lourdes Montes, también se dejó llevar por las sugerencias y se puso pamela, lo que se pedía a las féminas, eso sí, se plantó una en beige y ribetes en negro que aunque era muy favorecedora, le tapaba demasiado la cara. Eso sí, para tocados el que se colocó Samantha Vallejo-Nágera, rosa y mostaza, que llamó mucho la atención.
La novia protagonizó otro momentazo cuando al ir a bajar del coche que le llevó hasta la Iglesia, el vehículo se movió ligeramente hacia atrás al no tener el freno de mano echado. Una vez quieto, Eva González ya pudo salir sonriendo y saludando y desveló el secreto mejor guardado, su vestido nupcial. La exmodelo eligió un Pronovias de escote barco y manga larga con doce botones en cada puño, fue uno de los dos trajes que portó, ya que en el banquete se cambió y se colocó uno más cómodo que todavía no se ha podido ver. La 'soledad' de Kiko Rivera
Finalmente, las otras anécdotas vinieron paradójicamente de las grandes ausencias. Kiko Rivera tiene novia, Irene Rosales, que no acudió a la boda quizás debido a su avanzado estado de gestación, ya que dará a luz en diciembre.
Tampoco estuvo el hijo del dj, Francisquito, que ese mismo día celebraba 3 años y se quedó con su madre. De quien no hubo ni rastro fue de Lucía Rivera, hija de Blanca Romero y de Cayetano Rivera, ya que al casarse con la asturiana la adoptó. Lamentablemente no tienen relación, por lo que no creyó conveniente ir a la boda de su padre, un enlace por todo lo alto que no se olvidará fácilmente.