Los rumores de crisis entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva llevan meses acechándoles, casi prácticamente desde su boda. Los dos han tenido que sortear varios obstáculos a lo largo de los años, y se casaron contra viento y marea, después de su escandalosa ruptura cuando se descubrió la infidelidad por parte de Onieva en un famoso festival estadounidense.
Los dos intentan hacer oídos sordos, pero a veces no les resulta fácil. Hasta tal punto han llegado los rumores de problemas en su matrimonio que incluso el propio Pablo Motos le preguntó a Tamara Falcó en 'El Hormiguero' por este asunto, aunque ella prefirió ser ambigua y hacer saber que estaba cansada con tener que lidiar con los paparazzi y los reporteros día sí y día también.
Lo que está claro es que una imagen vale más que mil palabras, y ahora los dos han sido visto compartiendo un agradable paseo por las calles de Madrid. Las imágenes se corresponden al día 18 de febrero de 2024, cuando ambos se dirigían a misa. El matrimonio camina en actitud cariñosa, pues se pueden apreciar los gestos de cariños del empresario hacia su mujer, besando su frente y estando muy pendiente de ella en todo momento. También la coge de la cintura, demostrando que entre ellos dos existe mucha complicidad.
Ambos están acostumbrados a tener que lidiar con habladurías, así que prefieren pasar página y continuar con su vida a instancias de lo que se diga sobre ellos y su relación. Uno de sus últimos planes en familia fue en la casa de Isabel Preysler en Puerta de Hierro con motivo del 73 cumpleaños de la socialité, que invitó a algunos de sus hijos a su casa para celebrarlos, y ellos no pudieron faltar. "Mi nieto mayor ha venido para mi cumpleaños y eso me ha hecho mucha ilusión. Es el hijo de Chábeli y Alejandro. También estaban Tamara e Íñigo, mi sobrino Álvaro con su mujer, Cristina, y una amiga mía, Carmen", dijo Preysler en el programa 'Y ahora Sonsoles'.
Sus planes para ser padres
Tamara Falcó e Íñigo Onieva ahora están intentando cumplir un sueño como pareja, ya que desean formar una familia cuanto antes. Uno de los últimos detalles que ha aportado la Marquesa de Griñón es que descarta hacerse una inseminación in vitro porque va en contra de sus creencias religiosas. Tampoco pierde la esperanza de quedarse embarazada y no quiere obsesionarse, por eso ha dicho: "Estoy viendo, no hay razones para preocuparme. No me he marcado ningún plazo. El promedio son 2 años. Llevamos muy poco tiempo intentándolo y estamos con mucha ilusión. Siempre piensas que te vas a quedar embarazada y que el problema es de otros...", comentaba.