Roger Federer se lo pasa en grande en Cerdeña junto a su mujer y sus cuatro hijos

El verano de 2017 está resultando un no parar en la vida de los paparazzi. Los fotógrafos están continuamente detrás de los personajes famosos para conseguir las instantáneas que muestren lo bien que se lo pasan los celebrities. Ibiza se está consagrando como el destino oficial de cantantes, actores y deportistas. Aunque hay algunos que deciden cambiar de destino para así poder despistar a los objetivos.

Roger Federer paseando por Cerdeña junto a sus hijos Lenny y Leo

Uno de los que ha pensado así ha sido Roger Federer. El tenista ha querido viajar junto a su mujer y sus cuatro hijos hasta Cerdeña para poder disfrutar de las cálidas temperaturas y las aguas cristalinas que ofrece la isla. Desgraciadamente, no lo ha conseguido ya que los paparazzi han seguido su pista y han mostrado a la sociedad lo bien que se lo está pasando la familia compuesta por el suizo y su mujer Mirka Vavrinec.

En las instantáneas obtenidas se puede ver la complicidad que tiene el matrimonio mientras dan un tranquilo paseo por el paseo marítimo donde se encuentran encalladas todas las embarcaciones. Roger Federer tampoco ha perdido la oportunidad de pasar el rato con sus hijos. Paseos a caballito por el puerto, divertidos juegos y baños en la piscina, son algunos de los planes que el suizo ha realizado con sus pequeños Leo, Lenny, Myla Rose y Charlenne.

Roger Federer y su mujer Mirka protegiéndose del sol

Pero estas no han sido las únicas actividades que ha realizado el exitoso deportista. Federer también ha buscado un hueco entre su tiempo para disfrutar a solas con Mirka Vavrinec. El matrimonio ha querido disfrutar de la piscina donde se encuentran alojados mientras se daban crema el uno al otro para no dañar su piel con los temidos rayos de sol. La mujer llevaba un bikini con un estampado de diferentes colores, en cambio, Roger Federer optó por un bañador mucho más sobrio en tonos azules claros y unas gafas de sol efecto espejo.

Excelente carrera

El tenista se encuentra recuperándose de la larga y dura jornada que ha estado viviendo durante los últimos días en su trabajo. El 16 de julio de 2017 se produjo la final masculina de Wimbledon donde Federer ganó a su contrincante, Marin Cilic. Nada más terminar el partido, el suizo desveló las ganas que tenía de tomarse un descanso y volver con las pilas cargadas el próximo año.