Rodri Fuertes y Adara Molinero hablan de sus duros comienzos en la relación: "No estábamos bien"

La relación de Adara Molinero y Rodri Fuertes parecía que no iba a tener solución cuando la joven entró en 'Secret Story' como invitada y se quedó como concursante el tiempo que duró el reality. Fue ahí donde contó que estaban separados porque Rodri parecía no querer apostar por algo más en su relación, pero una llamada y una posterior visita del empresario hizo que su relación empezara a tomar forma de nuevo.

A la salida del concurso, Adara Molinero y Rodri Fuertes retomaron su relación y lo hicieron con más fuerza que nunca, demostrando que se querían mucho y que apostaban al cien por cien por esta historia de amor. Desde ese momento ya no se han escuchado rumores de ruptura ni de problemas entre ellos, por lo que todo va bien en su relación y ya piensan en el futuro.

Rodri Fuertes y Adara Molinero muy acaramelados

Precisamente viendo que la historia va viento en popa, Adara Molinero y Rodri Fuertes han decidido dar su primera entrevista conjunta posando juntos y de lo más enamorados. La pareja ha querido contar lo difíciles que fueron sus comienzos: " El principio fue duro. Yo estaba con ella, pero había días en que era muy difícil animarla. La veía triste o llorando o que no tenía ganas de levantarse de la cama", cuenta Rodri durante la entrevista.

Fueron momentos complicados

Cabe recordar que Adara Molinero venía de unas historias complicadas, pues rompió públicamente con el padre de su hijo, Hugo Sierra, porque se enamoró de Gianmarco Onestini, con el que estuvo un corto periodo de tiempo. Esto llevó a Adara a unos momentos muy dolorosos: " Acudía a mi psicóloga y me esforzaba por buscar ilusiones... Rompimos un mes y medio antes de entrar yo en 'Secret Story'. Yo no veía un futuro, no sentía que fuéramos juntos hacia adelante ni que él tuviera esa ilusión. No iba bien porque estaba muy mal yo".

Adara Molinero y Rodri Fuertes se besan apasionadamente

Rodri, por su parte, veía las cosas de forma distinta: " Estaba convencido de dar un paso más en la relación. No estábamos bien. Lo llevé muy mal. ¿Cómo no iba a tener ilusión si había estado con ella en todo lo peor? Me daba respeto apostar. Pensaba: '¿Y si sale mal, como les pasó a mis padres?'. Tenía miedo". Por suerte, todo esto pasó y ahora viven una historia de amor consolidada en la que ambos son felices.