Sin quererlo ni beberlo, Rocío Flores Carrasco se ha convertido en una de las protagonistas de estos días por la boda de su madre Rocío Carrasco con Fidel Albiac, con quien llevaba 17 años de noviazgo. Tras no asistir al enlace por la nula relación que mantiene con su madre ha concedido sus primeras declaraciones a la revista Semana, donde deja al descubierto todo el dolor que siente diciendo: "Que cada uno sea feliz y ya está".
Olga, su 'nueva' madre
Del mismo modo que las redes sociales han servido para mostrar al público la buena relación existente entre tía y sobrina, también han podido servir como tablón de anuncios para conocer los pensamientos de Rocío Flores hacia su madre. No fue invitada a la boda, pero eso no pilla a nadie por sorpresa, y hasta el momento aún no se conocen los motivos reales por los que la relación entre madre e hija ha llegado hasta tal punto. Sin embargo, Rocío Flores no se corta a la hora de dejar claras algunas cosas alrededor de toda la polémica que ha surgido. La pareja de su padre se ha convertido en un apoyo indispensable en su día a día, tanto es así que ha llegado a decir: " Mi madre se llama Olga " en sus redes.
Parece que no una reconciliación sería imposible a estas alturas, y entre las cosas que ha publicado en la red están: " Quien mucho se ausenta, pronto deja de hacer falta " o "Físicamente me parezco a mi madre y a mi abuelo, interiormente a mi padre, por suerte". También ha publicado: "Si me necesitas, si me quieres, si de verdad te importo, aquí estaré" y "Decidí apartar de mi vida lo que no me aportaba. Dejé atrás un pasado que no tiene ni presente ni futuro. Si la quisiera ver, al vería". Existe resentimiento, pero también se nota que conoce sus sentimientos y se ha hecho a la idea de que la relación con su madre sea inexistente.